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Amecameca, Méx.— Ni el estruendo que se registró la noche del lunes pasado proveniente del volcán Popocatépetl distrajo a los habitantes de San Pedro Nexapa de los festejos que prepararon ayer en honor a San José Carpintero.

En esta comunidad, la más cercana del Estado de México a la “montaña que humea”, la noche del 18 de marzo fue como cualquier otra. Sin sobresaltos, ni preocupaciones durmieron sus casi 5 mil habitantes pese a la explosión de Don Goyo.

“No escuché la explosión, no oía nada, en otras ocasiones sí se escucha hasta como una olla exprés, como si hirviera, pero anoche [el lunes] no escuché nada y eso que estuve despierto hasta altas horas. Me enteré por las noticias, pero nosotros no oímos nada en la casa”, contó Javier, un campesino que la mañana del martes salió a cosechar sus tierras situadas a 15 kilómetros del Popocatépetl.

El aire, aún invernal, sopló fuerte en esta región, lo que permitió dispersar la nubosidad y que los vecinos pudieran comprobar por sí mismos que Don Goyo amaneció tranquilo, sin fumarolas en su cráter. “Ya es normal su actividad, ya no nos cae como de novedad, es como rutina nuestra, no nos alarmamos ni nada de eso.

“Nos han dado cursos para saber las medidas de evacuación y todo eso, pero es habitual para nosotros”, dijo Laura, otra de las habitantes de San Pedro Nexapa. Los pobladores se encontraron en las calles de la comunidad, en los puestos de tlacoyos y ahí el tema de conversación del día fue que “no sintieron”, “no escucharon”, “no se enteraron” de la actividad nocturna del coloso de Anáhuac.

No escucharon la explosión de las 21.38 horas, según el reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) del lado del Estado de México, pero sí la música de comparsa, que retumbó por las calles, y que hizo bailar a los chinelos que acudieron a la parroquia para venerar en su día a San José Carpintero.

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