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Toluca, Méx.— Un grupo de estudiantes de preparatoria impulsan la producción de zapatos tejidos, con base de nylon y suelas de alta duración. Se trata del proyecto Bowi Nori, calzado hecho a mano por un grupo de adolescentes mexiquenses.
Anika Isabel Reyes Cruz, impulsora del proyecto, explicó que las piezas que elaboran son amigables con el medio ambiente, pues buscan convertirse en una empresa socialmente responsable, dando trabajo a personas de la tercera edad y quizás a quienes estén privados de la libertad en centros penitenciarios.
La joven originaria de Veracruz, quien lleva 15 años viviendo en Toluca, platicó que su idea nació en la escuela, cuando la organización JA México, que impulsa a emprendedores, los llamó a crear un negocio.
Entonces, los estudiantes del CETIS 64, ubicado en San Mateo Oxtotitlán, decidieron impulsar este proyecto, a partir de unas suelas.
“Pensamos: ‘¿Por qué no fabricar calzado por nosotros mismos, desde cero, sin requerir mayor industrialización?’”, agregó.
Para concretar algunos detalles, la mamá de Anika le ayudó con la técnica de tejido y a experimentar sobre cuántas puntadas se necesitan para el tamaño del zapato según el número o la talla.
“Ella tampoco sabía nada sobre zapatos o calzado, fue aprendiendo en el camino, hasta que después de que tenía todo más claro, nos dijo lo que debíamos hacer, nos enseñó”.
Así, los ocho alumnos de educación media superior emprendieron su primer proyecto de comercialización, pero el apoyo de la organización concluyó y ahora buscan continuar de forma independiente.
“Bowi Nori proviene de la traducción del tarahumara que significa ‘Caminando en las Nubes’. Queremos que se convierta en una industria más grande, pero sin dejar de ser un producto artesanal”, añadió.
Para la elaboración, dos personas tejen la pieza, generalmente amas de casa, quienes dedican una semana por cada par, dependiendo del modelo que les pidan.
Los costos de cada par oscilan entre los 550 y 650 pesos, aunque reconoció que son elevados y por ello analizan bajar los precios.
La emprendedora mencionó que a pesar del poco tiempo que llevan en el mercado, cada vez tienen más aceptación: “Los modelos son considerados como calzado cómodo, ligero. Contamos con varios modelos, colores y tamaños, pero la característica que nos identifica es que cada par lo realizamos a la medida y gusto del comprador”, afirmó.
Anika comprobó que el calzado de Bowi Nori tiene duración de un año, es resistente a las altas temperaturas y la suela flexible permite que pueda utilizarse en cualquier superficie.