En la comunidad de Detiña, en Acambay, Estado de México, fue localizada muerta Rosalinda Esthefanie Morales García de 29 años, desaparecida el 14 de diciembre tras abordar un taxi en el municipio de Metepec; lo último que se supo de ella fue un mensaje vía WhatsApp diciendo que abordó la unidad y el conductor no la dejó bajar.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) confirmó la identidad de la mujer luego de realizar la necropsia y que sus padres llevaran a cabo el reconocimiento del cuerpo.
Rosalinda fue localizada en el kilómetro 9.5 del libramiento Acambay y se informó que una de las principales líneas de investigación es una relación sentimental que sostuvo hace meses.
Los padres de la víctima establecieron la denuncia por la desaparición el 14 de diciembre luego de que una amiga de Esthefanie mandó un mensaje a una joven con quien se vería a las 18:00 horas del jueves.
La dependencia informó que llevaron a cabo diversas diligencias para su localización, entre ellas, entrevistas con familiares y amigos cercanos de la víctima, la publicación del boletín de urgencia de búsqueda del programa ODISEA, mediante el Protocolo Alba del Estado de México, así como la revisión de cámaras de vigilancia del Gobierno estatal y negocios particulares en el Valle de Toluca, además del recorrido por diversas arterias y comunidades de esta región de la entidad.
La joven, madre de un menor de seis meses, salió de su trabajo en el Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca a las 12:00 horas del jueves por un problema familiar y más tarde fue vista por última vez en la vía López Portillo; ella misma señaló a través de un mensaje que abordó un taxi tipo TSURU con placas 5799JFE, pero el conductor no la dejó bajar.
Como parte de las investigaciones, sus padres supieron que la ex pareja de su hija está casada y vive con una mujer de nombre Jessica, con quien presumiblemente se encontró Rosalinda el mismo jueves tras una fuerte discusión telefónica.
“Con nosotros se presentó como un hombre divorciado”, dijo el viernes Rosy, mamá de la víctima y es probable que fuera el último en ver con vida a Fanny, como la llamaban sus amigos y familiares.
La madre de Estefhanie señaló que la mañana del jueves su marido fue a dejarla al trabajo, donde laboró por seis años, pero después iría a tomar un café con una amiga, “no se le negó el permiso porque siempre estaba dedicada a su hijo”.