“Que las autoridades no me dejen como si no existiera, tuvieron conocimiento desde el día en que me atacaron con ácido el 20 de febrero de 2014, y no han hecho nada, ni aún con la recomendación 85/2019 que emitió este año la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)”, acusó Carmen una madre de 38 años de edad, a la que su expareja le quemó gran parte de su rostro con ácido clorhídrico.
La recomendación 85/2019 de la CNDH, emitida el 30 de septiembre de 2019, estableció un plazo de dos meses, que se cumplieron en noviembre, para que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, ejecutara la orden de aprehensión en contra del agresor de Carmen, quien fue su expareja, por quién la FGJEM emitió una recompensa de 300 mil pesos, a fin de dar con el paradero de Efrén García Ramírez, quien continúa prófugo.
Además, la CNDH recomendó la reparación del daño para Carmen, y pidió que en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, ella y sus dos hijas fueran inscritas en el Fondo Estatal de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral para que reciban atención médica sicológica y siquiátrica, por el tiempo que fuera necesario.
Sin embargo, “las becas de mis hijas, que son estudiantes, están suspendidas desde julio, y nos dijeron que se reactivarían hasta enero, lo que afecta no sólo a nosotras, sino a infinidad de víctimas del Estado de México quienes reciben este apoyo”, lamentó Carmen.
Hasta el momento “me han operado más de 55 veces, pero en el Sector Salud, mi atención es a cuenta gotas”, relató la mujer a quien su pareja “como sorpresita” le arrojó ácido sobre su rostro, y que también afectó su cuello y uno de sus brazos, al negarse a regresar a vivir con él, luego de una vida de maltrato que ella denunció ante el Ministerio Público.
Acusó que su expediente estuvo perdido más de ocho meses en la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México, luego del 24 de febrero del 2014 en que fue agredida en el municipio de Ixtapaluca, hasta que al salir del hospital ella regresó a pedir justicia.
Además de que vive resguardando su identidad y ubicación, ante el temor a su agresor, quien continúa libre. Carmen espera que las autoridades de la FGJEM y el ISSSTE cumplan con la recomendación emitida por la CNDH.
“Sólo me pagan una casa de resguardo por el riesgo en el que vivo, pero no recibo ni comida, ni pasajes, tengo ISSSTE pero ahí sólo tengo cita una o dos veces al año, porque para ellos las cirugías que necesito “son estéticas y tu puedes vivir con las cicatrices, tenemos otras prioridades”, le explicaron los cirujanos que la operaron en el hospital 20 de Noviembre el 13 de febrero del 2018.
Cirujanos del sector privado, de forma altruista atienden a Carmen, quienes señalan que necesitan reconstruir totalmente los párpados superior e inferior de su ojo derecho, que está en riesgo de perforarse, al tiempo que éste le llora de forma permanente.
“Hoy vivo una situación desesperante, aún con la recomendación de la CNDH parece que no existo para las autoridades, por eso les recuerdo que no olviden mi caso, ni el de otras víctimas como Esmeralda, otra chica a la que también quemaron con ácido”, reiteró Carmen, quien sólo subsiste junto con sus hijas con el salario rosa, por el que recibe mil 200 pesos al mes.