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Toluca, Méx.— Cerca de 6 mil pobladores de San Cristóbal Huichochitlán, en la zona norte, comenzaron con la producción de cruces y figuras de palma para vender en la Ciudad de México por el Domingo de Ramos.

En Toluca no les permiten vender estas artesanías a pesar de ser una actividad tradicional de mujeres otomíes de la localidad; las habitantes de esta región piden a las autoridades que les permitan comercializar sus productos para dar sustento a sus familias.

Las piezas, que van de los tres a los 20 centímetros, son de palma, material que compran en 200 pesos y sirve para la elaboración de hasta 15 o 20 docenas, dependiendo del tamaño.

“Es una tradición que se está perdiendo porque las niñas y las jóvenes ya no quieren aprender a tejer, la mayoría se van a la escuela, estudian carreras profesionales. Tejer es una actividad que aprendimos de niñas en lugar de ir a estudiar”, explicó María Izquierdo.

Es un poblado donde la mayor parte de la gente es pobre y pocos de los adultos hablan español de manera fluida, casi todos se comunican en el idioma otomí, lo que les complica el intercambio comercial, pues muchos regatean el precio de sus figuras.

El tejido de palma tiene mayor venta durante el Domingo de Ramos, cuando la gente asiste a las iglesias católicas para bendecirlas; las figuras serán incineradas para el Miércoles de Ceniza siguiente.

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