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Toluca, Méx.— Los familiares de personas internadas en los hospitales de la capital mexiquense, sobre todo del Niño y de la Mujer, comenzaron a resentir en la salud la contingencia ambiental; desde dolores de cabeza hasta complicaciones con el asma incrementaron a partir del miércoles, coincidieron los entrevistados; sin embargo, siguen durmiendo en la calle, en las aceras y a la intemperie.
El martes fue declarada la contingencia por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) en 34 municipios mexiquenses, entre ellos por primera vez 16 del Valle de Toluca, derivado del registro de los peores niveles de ozono y partículas PM2.5 en esta región.
Sin embargo, a pesar de las restricciones emitidas por la CAMe, los padres de familia, con sus hijos pequeños, siguen pernoctando fuera del albergue que dispuso el DIF estatal para su estancia segura a finales del año pasado.
La gente continúa tendiendo plásticos en la banqueta e instala casas de campaña en las jardineras, frente a la entrada principal del Hospital del Niño en la vía Colón, a unos metros de la casa de Gobierno. Algunos deciden dormir dentro de sus automóviles.
“Llegué el martes, tengo a mi hijo en atención médica. Sufro de alergias, es como asma y desde ese día dormimos en el auto mis hijo y mi marido. Somos de Ixtapan de la Sal, allá sí hay clases, pero por estar en el hospital no podemos llevar a mi otro hijo a la escuela”, dijo Alejandra Hernández.
Explicó que derivado de las malas condiciones atmosféricas, debió acudir al médico, así que tuvo que gastar el poco dinero con que cuenta para la compra de medicamentos para ella, pues el frío, la humedad, así como el aire le generaron daños en las vías respiratorias.
Los familiares de pacientes argumentan que “está lleno el espacio [albergue]”, “los dormitorios quedan muy lejos de la sala donde nos informan de los pacientes” o simplemente prefieren estar afuera que optar por las literas y las camas dispuestas para ellos en el hospedaje.
Sin embargo, reconocieron que el ambiente no es favorecedor, pues es dañino para su salud e identificaron consecuencias, especialmente en los niños, quienes tienen los ojos irritados de forma permanente.
“Mi nieta está internada, tiene neumonía y es peligroso, pero sí he dormido en la calle porque a pesar de que me ofrecieron el albergue, la verdad prefiero estar aquí al pendiente de los médicos, por si me llaman. Vengo con un hijo que me acompaña, es adolescente y pues sí, estamos en la calle aunque nos duele la cabeza y la irritación en la garganta es permanente desde el miércoles”, platicó Sofía Peña.
Por su parte, Uriel Rivas Díaz, jefe del Departamento de Epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) detalló que para las personas que habitan aledañas a la zona industrial y el río Lerma, una opción para protegerse de las partículas PM2.5 y el Ozono podría ser colocar mantas en puertas y ventanas, cubriendo las rendijas.
Explicó que la Secretaría de Salud no cuenta con estudios precisos sobre las enfermedades que desarrolló la población que vive en esas colonias de Lerma, Toluca y San Mateo Atenco, donde están expuestos a la contaminación de manera permanente, por los tóxicos que emana el agua del afluente y las emisiones de las industrias.