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San Mateo Atenco, Méx.— Ya no están inundadas las viviendas de los seis barrios afectados por el desbordamiento del río Lerma hace 15 días por una fractura de 15 metros en el bordo del cauce, pero siguen anegadas las áreas de cultivo.
El agua fétida provoca enfermedades a los habitantes y las estructuras de las viviendas están fracturadas debido a la humedad.
Esta situación generó el descontento de la gente, especialmente contra el ayuntamiento, pues aseguran que a pesar de haber acudido a tiempo al palacio municipal para solicitar auxilio, pues escucharon la ruptura del margen izquierdo del río, a la altura de la Unidad Deportiva, “nadie los tomó en cuenta”.
Incluso, los vecinos se encuentran renuentes, incluso algunos son agresivos, pues durante una visita de EL UNIVERSAL a la zona más cercana al río, la mayoría de las personas afectadas coincidieron al señalar que “no queremos nada del municipio, nos tienen olvidados y ahora sólo quieren la foto”.
Explicaron que el auxilio llegó por parte del gobierno estatal y de habitantes de otros municipios que llegaron con agua potable, alimentos, equipos de limpieza, las vacunas, vigilancia, pero “poco fue lo que nos trajo el gobierno de San Mateo”, expresó una de las señoras en el Barrio de San Nicolás.
María de Jesús Rojas, en la calle Continuación de Morelos, en el Barrio de San Nicolás, mostró la vivienda de su hija Zadaneli Chávez, que fue de las más afectadas.
Se trata de dos cuartos y un baño; las paredes están fracturadas, por una de ellas es posible observar el patio trasero. “[Esto es] producto de la humedad de cinco años, pero ella no puede irse a otro lado, nosotros compramos los predios y no tenemos otro sitio o más dinero para construir de nuevo”, dijo.
Explicó que 15 días antes de la inundación, personalmente acudió al ayuntamiento para solicitar auxilio, pues la vivienda es endeble, y durante la temporada de lluvias peligra la vida de su hija y sus tres nietos, pero “nadie me recibió”.
Reacción. Por su parte, el gobierno municipal realiza un censo en las 955 viviendas que resultaron inundadas por la fractura del río Lerma, para identificar cuáles presentan daños estructurales, en vías de proceder a la creación de un fondo financiero para apoyar en su reconstrucción o rehabilitación.
El área de Comunicación Social informó que el presidente municipal, Julio César Serrano González, planteó la creación de un fondo financiero extraordinario para colaborar con recursos o en especie para la reparación de las viviendas que presenten daños en techumbre, pisos, accesos, muros, redes de agua, drenaje y luz eléctrica.
Por el momento continúa la supervisión médica de la gente para detectar enfermedades.