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emilio.fernandez@eluniversal.com.mx
El gobernador Alfredo del Mazo Maza presentó un decálogo de acciones en materia de seguridad, con lo que pretenden las autoridades del Estado de México disminuir la incidencia delictiva, pues se trata de la mayor demanda de la población de la entidad más poblada del país.
Pidió a los integrantes del gabinete de seguridad dar resultados de inmediato, porque pretende regresar la tranquilidad a los residentes que están expuestos a la inseguridad de manera cotidiana.
“Desde que asumimos esta responsabilidad trabajamos para que cada mexiquense se sienta verdaderamente seguro al salir a la calle, a la escuela, a su trabajo, en los parques o en el transporte público”, dijo.
“La seguridad es el desafío más grande que enfrentamos y por ello hacerle frente es la más alta prioridad de mi gobierno”, expresó.
Aunque por cada 100 mil habitantes el Estado de México no ocupa el primer lugar en incidencia delictiva en el número total de delitos, en algunos rubros como en robo de vehículos sí se ubica en el primer sitio, por lo que Del Mazo busca convertir a la entidad mexiquense en una de las más seguras del país.
Se comprometió a reconstruir y fortalecer la relación entre gobierno y ciudadanía, lo cual requiere de una mejor Policía Estatal, así como de regenerar el tejido social.
En un comunicado, mencionó que es importante contar con estrategias para atacar los delitos cometidos contra mujeres y los que afectan a los usuarios del transporte público, para garantizar la tranquilidad de los habitantes.
Ordenó realizar una depuración de las corporaciones, apoyados en los exámenes de control de confianza, y coadyuvar con las instancias correspondientes, como el Ministerio Público y las autoridades encargadas de la prevención, investigación y persecución de delitos.
Expuso que se busca consolidar la capacitación, profesionalización, adiestramiento y especialización de las instituciones policiales: “Me he propuesto que los mexiquenses cuenten con una policía moderna y profesional, con las atribuciones y capacidades suficientes para reconstruir la relación entre el ciudadano y la autoridad”.
