Las exequias del exmagistrado Luis Miranda Cardoso llegaron esta mañana al Mausoleo de Toluca, donde sólo estuvieron los familiares más cercanos y algunos de amigos.
El extitular de la Secretaría de Desarrollo Social en el sexenio pasado, Luis Miranda Nava, y sus hermanos estuvieron acompañados por pocas personas, y ante la esperada llegada del expresidente Enrique Peña Nieto o alguno de sus excolaboradores, esto no ocurrió.
Alrededor de las 09:30 horas llegó el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia en el Estado de México, Ricardo Sodi Cuellar, y su esposa Jaqueline Zapfe. A bordo de una Suburban blanca, fueron los primeros en asistir para dar sus condolencias. Más tarde llegó el secretario general de Gobierno del Estado de México, Alejandro Ozuna, y el secretario de Desarrollo Económico, Enrique Jacob Rocha.
Después, ante el acceso restringido, llegaron otros familiares y amigos cercanos; únicamente podían pasar los vehículos al estacionamiento y directamente a la sala donde se llevaría a cabo la misa de cuerpo presente.
Luis Miranda llegó en una camioneta Suburban negra, como copiloto. Vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata negra, observó la presencia de los fotógrafos que se abalanzaron a la ventana.
Minutos más tarde llegó una carroza fúnebre, Rolls Royce negra. En ella trasladaron el féretro de Miranda Cardoso al panteón municipal de Toluca.
Al lugar no dejaron de llegar decenas de coronas con flores blancas para el pésame a los dolientes. Camionetas, taxis y vehículos particulares entraban para descargarlas; algunas sólo con nombres aislados “Paty y Memo”, y otras con frases más elaboradas.
A las 10:00 horas se realizó la misa de cuerpo presente y luego de una hora comenzaron a salir los asistentes.
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Antes del mediodía llegó el expresidente del Tribunal Superior de Justicia mexiquense, Sergio Medina Peñaloza, quien demandó justicia por el homicidio del exjuez y más seguridad para los magistrados del estado y de todo el país.
Minutos después, los asistentes fueron al panteón donde fue inhumado el cuerpo del juez. Sus nietos, hijos, hijas y los amigos más cercanos se despidieron al pie de la tumba.
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