Más Información
SRE confirma que no hay mexicanos muertos ni desaparecidos por la DANA en Valencia; brinda apoyo a afectados
Senado alista elección de terna para la CNDH; morenistas afirman llegar unidos para elegir el mejor perfil
Reforma judicial en marcha; convocatoria para inscripción a elección ya tiene fecha, anuncia Monreal
Malinalco, Méx.— Pasaron tres años del sismo del 19 de septiembre de 2017 y el Convento Agustino de la Transfiguración, ubicado en Malinalco, sigue apuntalado con profundos daños estructurales, pues pese a la buena voluntad de vecinos y arqueólogos, quienes han cooperado para pagar su reestructuración, ésta aún no termina.
El monto para repararlo, según les informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2017, ascendía a 25 millones de pesos sólo en el templo, pues se trata de una falla estructural que se observa desde la zona del coro, en la parte superior.
El templo quedó como “serpenteado”, es decir, ya no es una construcción recta sino con curvas, como si se tratara de una pequeña carretera. Columnas y techo hacen un zigzag, aunado a la bóveda fracturada, así como los daños en los murales que realizaron manos indígenas en compañía de los agustinos, con técnicas tan ancestrales como extraer la tinta de los vegetales.
Para reparar el claustro son necesarios 6 millones de pesos, de ese total, sólo se han invertido 4 millones, la mayoría por donativos ciudadanos.
El padre Fray Ricardo Diego Castillejos relató que el 19 de septiembre de 2017 el sismo dejó graves daños tanto al convento como al templo.
Explicó que actualmente llevan 80% de avance en la reestructuración del convento, gracias a la buena voluntad de la gente; sin embargo, sigue pendiente la bóveda del claustro, además de las restauraciones parciales a los murales, así como 90% del templo, donde persisten los daños, pues únicamente fue apuntalada y no se puede visitar.
“No hay acceso, llegaban turistas para tomarse fotos en la puerta y eso es peligroso. Del templo nadie nos ha dicho más, se puede observar desde las bóvedas que los enlonados que colocaron se han movido y la protección que dejaron quién sabe cuánto aguante, está en riesgo de moverse, caerse y dañarse todavía más. Incluso con las lluvias, de que se colapse”, apuntó.