Toluca, Méx.- Alejandro Velázquez Hernández, policia tercero de la Secretaría de Seguridad Estatal fue condecorado como policía del año.
Sobrevivió a un rafagueo de hasta 15 casquillos percutidos durante una persecución de 1.5 kilómetros, al identificar a un par de delincuentes a bordo de una motoneta en Zumpango; sin embargo, dice: "no pienso retirarme porque el servicio es mi vida".
Alejandro llegó en muletas a la celebración del Día del Policía y fue ovacionado por sus compañeros cuando subió al estrado a recibir el reconocimiento que le entregó el gobernador mexiquense, lo que hizo rodar algunas lágrimas de sus ojos y esbozar una enorme sonrisa.
“No tengo miedo. Estoy seguro que he entregado lo mejor a quienes lo merecen, además de mi familia”, dice.
Recuerda que el día que recibió las lesiones logró asegurar a uno de los delincuentes, mientras otro se echó a correr, lo alcanzó y de pronto siente un disparo en el fémur. Cuenta que se aferró con sus dos manos al brazo donde portaba el arma para no desmayarse, y fue cuando recibió cuatro disparos en el hombro y tres en la pierna.
“En ese momento se me apreció mi mamá que hacía un mes había fallecido, con Dios y la virgen de Guadalupe. Fue todo lo que vi desde ese instante hasta que salí del quirófano”, aseguró.
Para Velázquez, la vida dentro de la corporación no ha terminado, piensa que se siente a gusto entregándose al servicio público, porque el día del ataque del que fue víctima, recordó la razón por la que siempre quiso ser policía, pues se encontraba en medio de una feria y fue llevando la detención de los delincuentes hasta donde no pusiera en peligro a las familias.
Ahora siente orgullo por los jóvenes quienes buscan ingresar a las filas de la corporación, porque es importante que las nuevas generaciones busquen el bien. “Mi hijo está en la policía federal, desde hace un mes salió libre y no me da miedo, siento paz y mucho amor por este trabajo”.
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