En el panteón delegacional de San Pablo , en Toluca , decenas de familias llegaron con cena, música, frutas, panes de muerto e inundaron de cempasúchil el camposanto para comenzar con la velación de los fieles difuntos, una tradición que se lleva a cabo en la mayoría de los 35 panteones administrados por delegados.
Las familias completas se preparan para comenzar a decorar las tumbas de sus fieles difuntos a lo largo de la noche del primero de noviembre, pues según las creencias de la gente, regresan de la muerte para “celebrar la vida junto con sus seres queridos”.
Un mes antes, los pobladores asistieron para celebrar a San Miguel Arcángel, de modo que adornaron las tumbas con flor de cempasúchil, coloreando de naranja y amarillo cada espacio del panteón; pero esta noche, la gente se prepara con varios días de anticipación y lleva a las tumbas o los mausoleos el platillo favorito de su familiar, algunos se acompañan con tríos o mariachis, otros llevan algún aparato de sonido. Todos van con familias de hasta 10 o 20 integrantes y convierten la noche en una fiesta.
“Vine a visitar a mi hijo, murió hace 10 años, era un joven y me acompañan mis nietos, mi nuera. También vienen sus hermanos y es una tradición para esperar su regreso de donde está descansando y compartir con él una noche más”
, dijo Noemí.
A los 35 panteones delegacionales y dos administrados por el ayuntamiento de Toluca se espera la asistencia de un millón 230 mil personas a lo largo del primero y dos de noviembre, en el general y el municipal las velaciones sólo pueden durar hasta media noche, en el resto amanecen los ciudadanos dentro del panteón.
Las autoridades municipales recomiendan no ingerir bebidas alcohólicas y vigilar veladoras, fogatas, además de contenedores de agua, donde pueden sufrir algún percance los asistentes a la velación.