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Metepec, Méx.— Alfredo de la Cruz elabora chocolates con THC (tetrahidrocannabinol), una sustancia extraída de la marihuana y que tiene como finalidad contribuir al tratamiento para personas con cáncer o enfermedades como autismo, epilepsia y hasta ansiedad, pero sólo son cantidades autorizadas por receta médica, pues el objetivo es contribuir a la salud de las personas, dijo.
Las dosis varían según el cliente, pero podrían ir de una o dos gotas hasta lo extraído de 10 gramos de la planta, no más.
Este joven comenzó con la elaboración de chocolate desde hace más de un año, cuando conoció el proceso manual, desde tostar, pelar y moler la semilla de cacao que compran con productores oaxaqueños. Su marca se llama Art Tshocoatl, y las ventas únicamente son a través de redes sociales.
Actualmente, Alfredo, de 30 años, continúa elaborando chocolate que tiene 100% cacao, sin ninguna combinación. “Lo ilegal no es utilizar la cannabis, porque lo que hacemos es extraer el THC, que es aceite de la yerba que se revuelve con aceite de coco, por eso no vendemos para nada a la venta en general este tipo de piezas, sólo es como un medicamento, llevamos poco tiempo, pero da un poco de miedo que te califiquen como un tipo de distribuidor, cuando lo que hacemos está recetado”.
Para aprender a realizar la combinación ideal se asesoró con médicos, y en el proceso conoció a una mujer que tiene un temazcal en el que brinda masajes y otros tratamientos curativos para personas con lesiones físicas. “Pero todo es completamente natural y para asistencia médica”, refirió.
Este pequeño productor tiene diversas líneas: está la de miel con arándanos, una combinación de chapulines y fruta de temporada, la de semillas que lleva cacahuate, almendra, nuez, y chocolate, entre otros productos.
“Las piezas pueden durar hasta dos o tres años, no tiene lácteos, azúcar refinada ni químicos. La idea inició porque me encanta el chocolate de Oaxaca y luego de visitar a los artesanos allá, me traje su sabiduría para Toluca”, platicó.
Pese a que hay mucho mercado, para este joven y sus amigos, ha sido difícil colocar su marca, pues antes vendían sus piezas en el mercado de artesanías en el centro de Metepec. Las piezas tienen costos que van de los 25 a los 30 pesos y las tabletas son de 200 gramos.