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San Martín de Las Pirámides, Méx.— Sorpresa, miedo y sicosis provocó un fenómeno meteorológico llamado “cola de agua” entre los habitantes del Valle de Teotihuacán la tarde del martes.
El cielo se nubló como presagio de una tormenta que alertó a los residentes para que se protegieran; de pronto se formó entre las nubes como un pequeño huracán del que se desprendía una “cola de culebra”, como le llamaron algunos, acompañada de fuertes rachas de viento.
Habitantes lanzaron unos 150 cohetones al centro de la nubosidad para tratar de quitarle fuerza, como lo hacen a menudo cuando se presentan tormentas en la región.
“Se hizo una culebra arriba del cielo y pues se vino un aire que provocó también lluvia; recorrió toda la calle tirando palmeras, árboles, destruyendo casas y se levantaron láminas, tinacos, todo lo que tuvo a su alcance”, dijo Joel Díaz, habitante del centro de San Martín de Las Pirámides.
Daños. En un primer diagnóstico las autoridades locales contabilizaron que las ráfagas de viento arrancaron cerca de 35 árboles, algunos de más de 10 metros de altura, derribaron cuatro bardas perimetrales, techos de lámina de cartón, asbesto de casas y negocios, sin reportar heridos. El alcalde Francisco Robles Badillo dio a conocer, la tarde del miércoles, que el fenómeno meteorológico causó daños en 35 casas, algunas de las cuales se quedaron sin techo, y derribó 35 árboles de entre 10 a 15 metros de altura, varios automóviles resultaron con afectaciones al caerles encima los troncos, así como varias bardas se derrumbaron.
“La población sí entró en psicosis, pero los equipos de emergencia trabajaron de manera pronta. Debo de reconocer el trabajo conjunto que hicieron los vecinos, muy cooperativos, pues algunos perdieron el techo de sus viviendas”, mencionó.
Por los daños ocasionados fue necesario que elementos de Protección Civil de Teotihuacán, Acolman y Nopaltepec, así como de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, acudieran a San Martín de Las Pirámides para ayudar a los habitantes a retirar los árboles y limpiar sus casas donde también hubo daños por el derribo de zaguanes y ventanas rotas.