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Toluca, Méx.— Empresarios del Patronato Pro Centro Histórico denunciaron que el centro de Toluca se encuentra en las peores condiciones en años, y que la inseguridad mermó hasta 40% las ventas de negocios como restaurantes y estacionamientos.
Por tanto, hicieron un llamado a las autoridades municipales para que pongan orden y hagan cumplir el Bando Municipal para resolver los problemas que aquejan al centro histórico de la capital mexiquense, atribuido a que en los últimos dos años impactaron situaciones económicas, políticas, la falta de compromiso por parte de algunas autoridades y poca participación ciudadana.
Adolfo Ruiz Pérez, presidente de la organización que representa hasta 4 mil 200 establecimientos, de los cuales son negocios familiares 85%, el resto son corporativos y franquicias. Explicó que aunado a la inseguridad, el ambulantaje, las malas condiciones de movilidad y la falta de orden llevaron al centro a condiciones “extraordinariamente adversas”.
Sobre el robo, precisó que se trata de carteristas, farderas, así como el temor que provocan los ambulantes que permanecen todo el día observando la entrada y salida del personal de un establecimiento, la mercancía que llegó, los proveedores, “generando inseguridad al menos desde el punto de vista del dueño”.
Dijo que en los últimos nueve años previos al actual gobierno, el Patronato y las autoridades municipales crearon una policía del centro histórico, el Instituto de Planeación Urbana y establecieron un gerente de la ciudad que se encargaba de corregir las fallas en servicios públicos de forma inmediata, pero al iniciar el actual gobierno municipal se “nulificó todo, provocando un total desorden”.
Raymundo Escamilla Reyes, delegado del Centro Histórico, expuso que el programa de policía de proximidad emprendido el año pasado por autoridades municipales es funcional en otras delegaciones de la ciudad, pero no en el primer cuadro, donde demandan elementos a pie, en bicicleta o moto, esto derivado de la cantidad de gente que asiste al centro, además de la configuración de la ciudad.
“Esto se lo hemos pedido a las autoridades, al menos ocho o 10 policías alrededor de los portales, pero no los hay”, aunque admitió que sí observan patrullaje. Alegó que no es lo necesario para dar seguridad a negocios.
Sobre las cámaras de videovigilancia que instalaron en los comercios, Pérez Méndez detalló que fue una estrategia emprendida hace más de seis años, que incluía un botón de pánico al que respondían de inmediato elementos de seguridad. Sin embargo, dijo, dejaron de funcionar porque requerían unas baterías que sin mantenimiento se volvían obsoletas.
“Esto habla de la falta de capacidad por parte de la autoridad para resolver los problemas”, afirmó.
Aseguró que intentaron la comunicación con el ayuntamiento y el alcalde Fernando Zamora durante dos años y medio, pero fueron ignorados.