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Toluca, Méx.— Eric Sevilla Montes de Oca, secretario de Desarrollo Social, reconoció que buscan voluntarios para operar algunos de los mil 872 comedores comunitarios que funcionan en el Estado de México, pues hay casos donde el personal abandona el trabajo al no tener remuneración.
“No pierdan de vista que el trabajo es voluntario y a veces las familias tienen alguna necesidad o una circunstancia. A veces se dan estas situaciones donde no abren regularmente. Se está buscando que haya nueva participación comunitaria para sustituir en los casos de dichas características [ausencia de trabajadores]”, precisó.
Admitió que detectaron lugares en donde los responsables no abren los días y horarios establecidos, como en El Seminario, en Toluca, donde los beneficiarios señalaron que desde hace un mes no hay servicio; sin embargo, el secretario insistió en que los responsables dejan de asistir porque se trata de trabajo sin paga.
Agregó que para las comunidades donde no brindan el servicio adecuadamente, la Sedesol canaliza a los beneficiarios hacia otras zonas, en comedores complementarios, para poder continuar ayudando a la gente.
“También se está apelando a formar nuevos grupos de personal, no olviden que los responsables no tiene remuneración. Por eso hacemos un llamado a la gente que quiera adquirir esta responsabilidad, para que nos ayuden a que funcionen correctamente”, dijo Sevilla Montes de Oca.
Explicó que para todo el territorio mexiquense fueron asignados por la Sedesol dos mil comedores, cifra que calificó como “extraordinaria”.
Sobre los 128 que no se han instalado, especificó que en el proceso de creación de este programa se fueron redefiniendo los grupos sociales hacia los que están dirigidos, de modo que las localidades donde no los abrieron, fue posible atender a la gente con los que ya existen.
El secretario recordó que es un programa federal bajo la responsabilidad de la Sedesol, pero complementado por los ayuntamientos y la Sedesem en la parte de organización, además de lo promocional.
El gobierno mexiquense —dijo— coopera en el funcionamiento con la entrega de equipamiento; el año pasado entregaron a 700 de estos sitios estufas, refrigeradores, licuadoras, entre otros electrodomésticos necesarios para que los encargados cocinen con una inversión superior a los 16 millones de pesos.
Para 2018 está proyectado entregar equipamiento para una cifra similar de comedores. Aunado a ello, las voluntarias reciben capacitación en las escuelas de Artes y Oficios de la entidad, con la finalidad de que puedan acceder a la especialización a la vez que sirven a familias vulnerables.
