Al menor tres kilos de más
dejan las fiestas decembrinas a los mexicanos , señaló Yvon Núñez González, coordinadora delegacional de trabajo social de la delegación oriente del IMSS en el Estado de México , que integra cerca de 50 municipios mexiquenses donde han detectado al menos 150 niños con obesidad mórbida .
La celebraciones que iniciaron con la fiesta de la Guadalupana, comidas decembrinas, posadas y Navidad, dejaron ya entre tres y cuatro kilos de más a cada mexicano y aún falta la cena de fin de año y la rosca de reyes, señaló Yvon Núñez, acompañada del equipo de trabajadoras sociales que crearon “ChiquitIMSS” y “JuvenIMSS”, en esta región hace 10 años, como programas pilotos.
Ante el sobrepeso y casos de obesidad mórbida que se registran en esta región del país, donde los niños y jóvenes, permanecen mucho tiempo dentro de sus casas, en espacios reducidos donde prácticamente sólo ven la tele o interactúan con celulares y videojuegos, por la inseguridad y porque sus padres y madres trabajan todo el día, personal del IMSS se dio a la tarea de promover hábitos saludables, tanto en alimentación como en activación física.
En los municipios metropolitanos del Valle de México, que rodean a la Ciudad de México, trabajadoras sociales del IMSS detectaron al menos 150 casos de niños y jóvenes con obesidad mórbida, que tienen más de 15 kilos de sobrepeso, por ejemplo en Ecatepec un niño que con tres años de edad ya pesan 30 kilos, apuntó Fabiola Castro Hernández.
En diciembre “aumenta hasta 40% el incremento en la ingesta de calorías”, con bebidas azucaradas como el ponche, refrescos y alcohol; dulces de los aguinaldos, pasteles, ensaladas de navidad, pan, piernas de cerdo, pastas, romeritos, bacalao y pavos dulces, apuntó Yvón Núñez.
Por ello en cada una de las 45 unidades de medicina familiar y hospitales del IMSS en esta región, de manera preventiva trabajadoras sociales y nutriólogos, llevaron a cabo actividades lúdicas, participativas y vivenciales, con niños y adolescentes, como el de la piñata de los siete picos, que simbolizaban conductas dañinas como el sedentarismo, la ingesta de refrescos, alcohol e incluso drogas, informó Núñez González.
“Paso a pasito”, los niños y adolescentes van entendiendo si quieren ser adultos saludables o enfermos, con prácticas tan simples como aumentar su consumo de agua natural en lugar de refrescos; realizar actividades físicas tan simples como brincar la cuerda, jugar futbol o simplemente caminar y correr; además de valorar y disfrutar el alimentarse de forma saludable con frutas de temporada y verduras, indicó Karina Paz Quintero y Sonia Hernández Silva, trabajadoras sociales del IMSS.