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Toluca, Méx.— Entre enero y mayo del presente año, la Secretaría de Movilidad del Estado de México (Semov), junto con la Secretaría de Seguridad estatal, aplicaron 9 mil 300 pruebas toxicológicas a conductores de transporte público como taxis, minivan, combis, microbuses y autobuses, de los cuales 188 dieron positivo a cocaína, anfetamina, alcohol, marihuana o metanfetamina.
El programa es permanente y comenzó a principios de 2018, notificó la dependencia; tiene la finalidad de detectar a los operadores que realizan su trabajo bajo el influjo de alguna droga o alcohol, retirarlos de circulación y sancionarlos, porque significan un riesgo para usuarios, transeúntes, además de vehículos particulares que circulan por las mismas vías que el transportista intoxicado.
En esta estrategia participa personal de la Semov y de la Secretaría de Seguridad (tránsitos y policías operativos), para resguardar la seguridad tanto del chofer de la unidad al que le aplicarán la prueba, como a los responsables de hacer la medición, pero no en todos los puntos donde se implementa el retén asiste personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), reconoció la secretaría.
Entre los resultados de las pruebas que dieron como positivo se encuentran: alcohol (14), anfetamina —sustancia química que tiene un efecto estimulante sobre el sistema nervioso, aumenta la resistencia física y hace disminuir la sensación de hambre —(2), benzodiacepina —medicamento inhibidor de la ansiedad que se emplea en el tratamiento de ciertas neurosis obsesivas— (2).
En cocaína (94), marihuana (43), metanfetamina —estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central— (2), sustancias combinadas que pueden ser anfetamina y marihuana o cocaína y alcohol, entre otras, suman 31, es decir, un total de 188 personas que dieron positivo a la prueba rápida.
Equipo de primera. Para implementar este programa, la Semov envía camionetas equipadas con alcoholímetros de plástico en los que debe soplar el chofer y dan la medición sobre los niveles de alcohol, siendo el mínimo permitido para conducir un vehículo son 0.40 grados, el equivalente a sólo una copa de vino o una cerveza.
Además, les aplican otro tipo de mediciones con las que pueden detectar en la sangre las sustancias químicas consumidas, porque las camionetas identificadas con rotulación del gobierno del Estado de México y una leyenda que dice Unidad Móvil para aplica exámenes toxicológicos, pertenecientes a la Semov, participan al menos cinco personas, dos aplicando pruebas y tres o cuatro más incluyendo los datos en la base de datos de la dependencia.
Cuando un conductor da positivo, la unidad es remitida al corralón, la multa es por 40 mil pesos y les retiran la licencia, en algunos casos, aunque la dependencia no respondió si estos último es definitivo o hasta presentar una prueba sobre su rehabilitación en el consumo de drogas.
Personal de las unidades de medición platicó que se instalan desde las primeras horas del día en vías de mayor circulación de transporte público.
De forma aleatoria eligen a quienes les aplicarán la prueba y de ser negativo, pueden continuar su camino. “El problema es que muchas veces se notifican unos a otros sobre el retén y, sobre todo los taxistas, dejan de circular por la zona”. Aunque no permanecen todo el día instalados en el mismo punto, puede ser que visiten dos o tres vialidades por día.