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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx.
El cambio es radical, es simplemente otro. Han pasado casi cuatro meses desde que Anthony fue rescatado con signos de tortura de la casa de sus tíos en la delegación Gustavo A. Madero; ahora se recupera física y emocionalmente junto a una familia temporal.
La imagen del pequeño encadenado, con signos de violencia y desnutrición, por lo menos en lo que respecta al aspecto físico, poco a poco va a quedando atrás. Ahora luce más grande y ha recuperado peso.
“Anthony es otro, se ve más crecido, se ve de mucho mejor semblante, está feliz, está incorporándose a esta familia de una forma muy positiva; lo han recibido muy positivamente, de hecho la familia sabe que es de manera temporal, Anthony lo sabe porque tampoco se trata de crear una falsa expectativa”, aseguró el director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México (DIF-CDMX), Gamaliel Martínez Pacheco.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario capitalino informó que como parte del proceso de rehabilitación, Anthony sostuvo un segundo encuentro con su padre, Pascual Castro, este miércoles 11 de octubre, bajo el cuidado de personal y sicólogos.
Anthony fue rescatado de la casa de sus tíos a finales del mes de junio y entregado bajo custodia al DIF; tras ser deportado de Estados Unidos, Pascual buscó recuperar a su hijo, sin embargo, autoridades locales han condicionado la entrega del menor a que se le garantice su correcto desarrollo y cuidado.
“Parte de la estrategia que se implementó es no sobre exponer a Anthony ni revictimizarlo, todos queremos ver la foto de Anthony, a lo mejor abrazando a su papá y dándole un beso, pero para ello tiene que pasar un proceso. Para empezar, recordemos que Anthony dejó de ver a su papá a meses de nacido. Tenemos que atravesar todo un proceso de preparación para Anthony que va en varios sentidos.
Primero, alejarse de la violencia que tenía muy presente, están trabajando con él a través del juego para mejorar su autoestima y habilidades sicomotrices, emocionales; el poder encaminarlo hacia la idea de que tenía un papá y tarde o temprano lo tenía que conocer, la realidad es que ni lo conocía; trabajar de manera paralela con su papá porque las condiciones que presentaba era una deportación”, detalló Martínez Pacheco.
Indicó que se encuentra a la espera del informe del personal que acompañó a Anthony y su papá durante el encuentro. La primera reunión se llevó a cabo el 14 de agosto en las instalaciones del DIF, tuvo una duración de horas; el ambiente en general fue frío, incluso el pequeño se había mostrado nervioso y no quería asistir.
“Familia ajena” lo apoya
El titular del DIF explicó que Anthony se encuentra bajo los cuidados de una “familia ajena”, integrada por mamá, papá e hijos en edad escolar, todos en el entendimiento de que se trata sólo de un proceso de seis meses, periodo que estipularon de inicio las autoridades para el proceso de rehabilitación, pues el objetivo es que Anthony viva con su padre.
“Se ha amoldado de maravilla con esta familia, nos alienta a seguir con este plan de atención a través de familias ajenas, esto traerá desde luego algunos ajustes, incluso presupuestales, para que tengamos más recursos y poder tener mayor cantidad de personas que atender con ese modelo y sobre todo también la capacitación de nuestros servidores públicos”, dijo.
Martínez Pacheco recordó que esta figura de “familia ajena” quedó establecida en la Ley de Cuidados Alternativos para Niñas, Niños y Adolescentes del Distrito Federal (2015), como una opción para el cuidado de niños en situaciones vulnerables.
“Uno de los modelos que se están propiciando para los niños que se encuentran en situación de desamparo, que no tienen una familia extensa (consanguínea) que pueda brindarles ese acogimiento, pues se crea este nuevo modelo, a través de familias que reciben capacitación”, explicó.
El funcionario local destacó que la implementación de este modelo se hace bajo el acompañamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar (Relaf). La Ciudad de México es la primera entidad del país en implementarlo por ley, aunque también opera en otros países de América Latina.
Para elegir a las familias que forman parte del programa, el 10 de marzo de este año, fue emitida la convocatoria, “dirigida a las personas interesadas en brindar acogimiento temporal —bajo la modalidad de familia ajena y que en lo sucesivo se denominará familia acogedora— a niñas, niños y adolescentes, quienes por diversas causas están separados de su familia de origen, y se encuentran bajo la tutela del DIF-CDMX, con la finalidad de restituirles su derecho a vivir en familia, en tanto se resuelve su situación jurídica y se dan las condiciones adecuadas para volver a su núcleo familiar o bien cuando esto no sea posible, se determine a su favor otra medida de protección permanente como la adopción o la preparación para la vida independiente”.
Entre los requisitos que deben cumplir está el ser por lo menos 17 años mayor que el niño u adolescente a quién recibirán; disfrutar de salud mental y física, solvencia económica, así como comprometerse a recibir el acompañamiento y evaluación de las autoridades.
Las “familias ajenas” tienen derecho a contar con capacitación, preparación, seguimiento, apoyo técnico y acompañamiento por parte del DIF; recibir información sobre el procedimiento de protección del niño, niña o adolescente; contar con los documentos de identidad del menor y recibir ayuda no financiera –en este caso es el Gobierno el que asume algunos de los gastos del menor”.
Entre las obligaciones están el velar por la protección del menor, asegurar su participación en todas las decisiones que le afecten, facilitar el contacto con su familia de origen, respetar la integridad, identidad y confidencialidad del niño, entre otras.
Gamaliel Martínez indicó que hasta el momento se tiene a 50 familias interesadas en formar parte de este programa. “No es atacar instituciones de casas hogar o albergues, es fortalecerlos porque han propiciado un escenario que nos permite trabajar de una manera más adecuada para la infancia. Hay casas hogar que aceptan a niños con discapacidad, pero no te aceptan a niños en situación de calle, por ejemplo”, argumentó.
Compromiso
Mientras Anthony se recupera en compañía de una “familia ajena”, su papá se ha comprometido a acudir a talleres y buscar alternativas para mantener a su hijo.
“Las fotografías son muy crudas de cómo se encontraba encadenado, lesionado; había cosas muy denigrantes que de verdad por respeto a Anthony no comentamos, pero forman parte de la indagatoria y pues motivó incluso decirle al papá: ‘Don Pascual, pues no es de que ya llegué por mi hijo y me lo llevo’, no obstante que hasta recibimos de un DIF de un municipio de Guerrero, la petición para que se le entregara, pero no es así”.