Más Información
Se inscriben 18 mil 447 para la elección del Poder Judicial; “Algo inédito e histórico”, dice Sheinbaum
Ataque en antro DBar fue por control y venta de drogas; se regulará horarios de centros nocturnos: gobernador de Tabasco
rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Una decena de clientes de Bodega Aurrera pasaron la noche sin dormir en el interior de la tienda, en espera de inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que les respetaran las ofertas del Buen Fin en el precio de televisores de plasma de 39 pulgadas, anunciados en $.4,990 —49 centavos— y de una lavadora Whirlpool con capacidad para 18 kilos en $.8590 —85 centavos—.
“Quiero llevarme dos pantallas y una lavadora, estoy dispuesta a pagar dos pesos y que se queden con el cambio”, comentó Gloria, quien permaneció la noche del 19 de noviembre y medio día del lunes 20 en el interior del supermercado, en espera de personal de Profeco que hiciera cumplir las ofertas anunciadas.
“Las matemáticas no mienten y el punto al principio de una cifra te habla de centavos”, enfatizó David Ramírez, quien exigió hacer válido el precio de la etiqueta al personal y al gerente de la Bodega Aurrera de Santa Inés, en la carretera a Zumpango, en el municipio de Melchor Ocampo.
“Tenemos las televisiones en carritos y desde anoche no nos los quieren cobrar, junto con la lavadora que está aquí” denunció David. Él junto con un grupo de nueve personas pasó toda la noche dentro de la tienda, donde personal se negó a cobrarles, tampoco les permitieron usar el baño y si salían les impedían regresar.
“Denunciamos el hecho a la línea telefónica de la Procuraduría Federal del Consumidor”, al tiempo que esperaron más de 17 horas que llegara un inspector.
Bodega Aurrera no abrió sus puertas la mañana del lunes 20 de noviembre, pues en el interior todavía se encontraba el grupo de clientes reclamando que les cobraran los productos.
En entrevista con EL UNIVERSAL David Ramírez, Israel Galván, Maritza Sánchez, Josué Antonio Ramos, Gloria Luna, Nadia Marina, Ivonne Ramos, Susana Hernández y Diana Rodríguez, pedían pagar televisores y lavadoras en 49 centavos y 85 centavos, para lo cual llevaban sus monedas.
A las 12:41 horas del lunes, el hambre, sueño y ganar de ir al baño, hizo que los clientes desistieran de su postura de permanecer dentro de la Bodega Aurrera, en espera de que la Procuraduría Federal del Consumidor obligue a la tienda departamental a cumplir con la oferta ofrecida por el Buen Fin, informó David.