Toluca, Méx.— Por siete meses, las corporaciones de seguridad estatales y federales habían mantenido controlada la violencia ejercida por La Familia Michoacana en el sur del Estado de México, hasta este 27 de diciembre, en donde un nuevo enfrentamiento entre integrantes del grupo criminal y elementos de la Guardia Nacional y del Ejército dejó como saldo tres personas muertas.
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Personas armadas, encabezadas al parecer por un hombre apodado La Macrina, atacaron a los uniformados en el municipio de Zacualpan, quienes respondieron a la agresión; el líder de la banda logró escapar.
Hasta el momento, dos de los principales objetivos identificados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) no han sido capturados, por lo que se mantiene un operativo en colaboración con la Guardia Nacional, policía estatal y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que hasta mayo no había enfrentado algún ataque o emboscada en la zona.
En junio, en el municipio de Texcaltitlán, un comando armado arremetió contra agentes de la fiscalía mexiquense mientras hacían un rondín, dejando un saldo de 10 agresores abatidos, siete detenidos y cuatro lesionados por parte del grupo criminal.
De acuerdo con el informe oficial, el personal fue interceptado por un grupo armado que abrió fuego contra los elementos y tras el intercambio de disparos, se aseguraron 20 armas largas tipo R-15, armas cortas, cartuchos útiles, cinco vehículos, además de equipo táctico como chalecos antibalas, uniforme tipo militar y equipos de comunicación.
Un mes antes, en mayo, mientras un comando arremetía contra las instalaciones de la fiscalía en Sultepec, de manera simultánea se reportó el bloqueo de carreteras de la zona sur, algunos con tráileres que atravesaron los propios grupos criminales y otros con apoyo de taxistas, presuntos halcones en la región colindante con Guerrero y Michoacán.
La presencia de dichos grupos se ha extendido en Ixtapan de la Sal, Zacualpan, Texcaltitlán, Temascaltepec y Sultepec, en donde se mantiene un operativo acompañado por la Secretaría de Marina, y que implicó triplicar el número de agentes de la Guardia Nacional para resguardar la región y brindar acompañamiento a la fiscalía y a la Secretaría de Seguridad estatal.
Hasta ahora siguen los operativos y se mantiene vigente la oferta de recompensa a cambio de información sobre el paradero los hermanos Hurtado Olascoaga: Johnny El Pez y José La Fresa, quienes junto a Silverio Martínez Hernández, alias Fierros, presuntamente lideran La Familia Michoacana en la zona sur.
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Decomisan ranchos y salones
De acuerdo con el fiscal José Luis Cervantes Martínez, tras su llegada al frente de la institución comenzó un combate frontal para abatir no sólo a células de hombres armados que ejercen violencia en el sur del estado, sino la desarticulación de negocios como pollerías, talleres mecánicos o tortillerías pertenecientes al grupo criminal que imponían sobreprecios en los productos.
Explicó que tras asumir la titularidad de la fiscalía, en marzo de este año, conformó una nueva unidad de investigación sobre extorsión, que de acuerdo con empresarios, sería el delito más grave cometido en la zona.
Entre agosto y noviembre, la FGJEM, junto con fuerzas federales y estatales, había decomisado 11 inmuebles (ranchos, salones de fiestas y negocios de diversos giros comerciales) pertenecientes a La Familia Michoacana en el sur mexiquense.
Entre dichas propiedades fueron aseguradas cuatro en los municipios de Tlatlaya, Amatepec y Villa Guerrero, las cuales pertenecen a El Pez y a La Fresa.
A través de cateos realizados con el apoyo de la Sedena, se aseguraron ranchos con lagos artificiales y casas que eran utilizados como sitios de refugio y esparcimiento para estas personas, con lo que también fue afectado el sistema financiero del grupo criminal, según las autoridades.
En siete cateos que se llevaron a cabo en julio se logró la detención de Jesús “N”, Ángel Jonathan “N” y Eduardo “N”.
Para lograr estos resultados, fue creada una unidad dedicada únicamente a atender el delito de extorsión organizada, con más de 60 agentes. Además, el fiscal presentó ante el Congreso estatal una propuesta para adicionar al Código Penal dos figuras delictivas a fin de combatir la extorsión contra comerciantes cometida por grupos delincuenciales.