Los hoteles de paso ubicados sobre la calzada de Tlalpan estuvieron abarrotados desde la tarde de ayer 14 de febrero. Los administradores ofrecieron promociones de 250 pesos por tres horas.
Quienes visitaron esos lugares poco les importó la sana distancia y no cuestionaban si las habitaciones eran desinfectadas correctamente; las parejas iban a lo suyo: a celebrar el amor y la amistad.
En las entradas, los empleados se apresuraban a tomar la temperatura con un termómetro infrarrojo, daban gel antibacterial y pedían a los visitantes que portaran el cubreboca.
En algunos lugares la sanitización era más extrema, pues rociaban desinfectante en la ropa, al tiempo que recomendaban no usar los elevadores, pero esa petición quedaba de lado.
“Sólo me toca medir la temperatura aquí, hay otras personas que limpian los cuartos y la verdad no sé si les de tiempo de desinfectarlos, pero es poco el tiempo que se quedan [las parejas], entonces no creo que pase nada”, revela la empleada de otro motel ubicado en los alrededores de la estación del Metro Nativitas.
Los más discretos acudieron a los restaurantes a comer y en el camino compraron rosas o ya traían un obsequio para su pareja y eso era todo, pues la economía, aseguraron, no está como para grandes lujos durante esta pandemia, expuso Juan Carlos en el Parque México.