En diciembre del año pasado, EL UNIVERSAL dio a conocer que el cardenal Norberto Rivera Carrera no quería abandonar la residencia arzobispal, ubicada en el número 110 de la calle de Camelia, en la colonia Florida, alcaldía Álvaro Obregón, lugar que habitó durante más de 20 años, cuando tomó posesión como arzobispo primado de México y en la que también vivió el finado cardenal Ernesto Corripio Ahumada, su predecesor.
El 4 de febrero de 2018, después de que Norberto Rivera oficiara su última misa como arzobispo en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, Hugo Valdemar Romero, su entonces director de Comunicación Social, informó que los cardenales Aguiar Retes y Rivera Carrera llegaron a un acuerdo para que el último no abandonara el inmueble que lo alojó durante 22 años.