Usuarios del transporte público concesionado mostraron división en sus posturas: hay quienes están a favor del aumento —siempre y cuando mejoren la calidad del servicio—, contra aquellos que están en desacuerdo, pues dijeron que los salarios son bajos y la inflación pega a los bolsillos de los mexicanos.
EL UNIVERSAL realizó un recorrido por paraderos de unidades concesionadas ubicadas en el Metro Pino Suárez y en el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Zapata para conocer cuál es la postura tanto de los usuarios como de los operadores de las unidades ante el anuncio del alza a la tarifa de un peso, a partir del 15 de junio.
“Desde luego que está mal el incremento. Va a afectar mucho. El salario está estancado y no se ve un cambio. En el transporte los choferes van fumando, van echando carreras, cobran de más o luego te quedan a deber el cambio, desde ahí existe el problema, en el conductor. No hay una educación vial en ellos y dudo que cambien”, expresó Luis Antonino Gutiérrez, pasajero.
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Mientras que Juana García ve favorable la determinación, “siempre y cuando las unidades mejoren su servicio, y que los choferes sean personas más responsables y educadas”.
Sobre un peso de incremento y no tres, como los operadores solicitan, Juana García dijo que “un peso está bien (...), apenas alcanza para medio comer y si suben tres, pues estaría más pesado, apenas alcanza”.
Lorenzo Felipe Ortiz, chofer de la Ruta 1, afirmó que el alza “no sirve para nada y no ayuda. Al contrario, nos elevará la cuenta que hay que entregarle al dueño de la unidad. Somos los que menos ganamos en la Ciudad de México. Quieren nuevas unidades, ¿de dónde va a salir? A la semana al micro se le invierten más de mil pesos para repararlo”.
Anselmo Ibarra opera un camión del Corredor Vial Xochimilco y refirió que portará el uniforme —una de las medidas que deben cumplir los transportistas, a propósito del aumento— cuando la empresa se lo otorgue.
Por conducir la unidad ocho horas gana 220 pesos diarios, más vueltas extras. “Es favorable el incremento porque tenía muchos años que no subía. Las refacciones son caras, tan sólo una llanta cuesta entre 8 y 10 mil pesos” dijo.
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Incremento es insuficiente, afirman transportistas
Los integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT), quienes bloquearon el pasado 2 de junio diversas vialidades de la capital, reiteraron su petición de incrementar el pasaje tres pesos. “No quitaremos el dedo del renglón”, advirtieron.
Frente a la sede del gobierno capitalino, aseguraron que la nueva tarifa no les permitirá cumplir con el compromiso de renovar las unidades.
Por separado, 45 organizaciones de transporte concesionado de ruta fija y 24 empresas de corredores de transporte también calificaron el incremento como “insuficiente”; sin embargo, se dijeron conscientes de que un incremento mayor pudiera afectar la economía de los pasajeros.
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