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Por casi una hora, niñas y niños de la alcaldía Iztapalapa se sintieron como en la prehistoria: caminando entre dinosaurios olvidaron por momentos las albercas o las playas, lugares que son muy tradicionales y donde “todos van” en esta fecha de Semana Santa.
Traían a sus padres a paso veloz para alcanzar a recorrer todo Iztapasauria, un enorme y entretenido parque ubicado en la demarcación.
“¡Guau! ¡Se mueve… y grita!”, dijo una pequeña de apenas siete años al escuchar rugir al tiranosaurio en el lugar. El sonido proveniente de una bocina provocó que Lupita pegara un salto, y luego, una carcajada que parecía más de sorpresa que de miedo.
“Está feliz, le gustan los dinosaurios y este fue el único lugar que se nos ocurrió para traerla de vacaciones”, dijo su madre, quien se lamentaba por no tener el dinero suficiente para ir a la playa.
Eso no importaba a los niños, pues sólo querían pasear, recorrer todo el lugar y tomarse fotografías. “Con éste, con éste, mamá”, gritaba otro menor mientras hacía fila para tomarse una fotografía dentro de un huevo de dinosaurio.
Ahí la fila era muy larga y no quedaba de otra que formarse y aguantar el inclemente sol.
La fascinación de los niños por los dinosaurios era aprovechada por los cuidadores del lugar para proteger las áreas verdes.
“Ya adentro, hay que cuidar el pasto, no pisen las áreas verdes, no maltraten a los dinosaurios, son de ustedes y para que otros niños los puedan ver”, decía uno de los guías antes de entrar a la zona.
Las palabras tenían efecto en los niños: “Ma’, dijeron que no pises el pasto, haz caso”, se escuchó decir a una niña, quien regañó a su madre que intentó llegar al área verde para tomarse una selfie.
“Este lugar es educativo, es para los niños de toda la Ciudad de México y del país, pero enfocado a los habitantes de las zonas más complicadas de la alcaldía Iztapalapa. Estos proyectos así, como los parques y los espacios deportivos que se han abierto en la demarcación, tienen el objetivo de darle justo eso a los niños, diversión y que expandan su mente, que se den cuenta de que no todo es violencia o cuestiones desagradables, (pues) en el entorno donde viven sí es que lo es”.
“Este lugar está en una de las alcaldías más estigmatizadas, señalada por la violencia y otras cosas, pero si te das cuenta llega gente de otros lados y todo está tranquilo, en paz y con seguridad, entonces, ese es el objetivo, que los capitalinos, mexicanos, niños y niñas se den cuenta de que aquí hay cosas buenas, que son para ellos y que ellos mismos deben cuidar”, expuso Norma, una joven que realizó visitas guiadas en el lugar y explicó, a detalle, los diferentes tipos de dinosaurios que hay.
Iztapasauria se encuentra en los alrededores de Meyehualco. Es un predio enorme que cuenta con varios campos deportivos, gimnasio y áreas verdes; durante el fin de semana todo lució abarrotado; en las jardineras algunos visitantes colocaron unas sábanas y armaron su día de campo.
“Ya nomás nos falta el mar y la arena, el sol está igual”, dijo la integrante de la familia Moreno, quien mientras los niños se divertían viendo dinosaurios, preparaba la botana.
El lugar cuenta con vigilancia policial y del personal del parque, quienes dijeron que nunca han tenido un incidente mayor.