San Mateo Atenco, Méx.- “Ser zapatero es un oficio que se lleva en la sangre” , dijo Ricardo Segura Valencia, un artesano con más de 40 años de tradición que aprendió a producir calzado a los seis años de edad, en un pequeño taller donde trabajaron su papá y su tío, con el tiempo pudo establecer su propio negocio del que dependen 20 empleados, además de sus hijos.
Él forma parte de las mil 300 familias de San Mateo Atenco que se dedican a este oficio, quienes este martes conmemoraron el Día del Zapatero en honor a San Crispìn y San Crispiano.
Este martes, también el Congreso mexiquense decretó el 25 de agosto como el Día del zapatero, pues de acuerdo con la propuesta del diputado Alfredo Quiroz (PRI) en esta demarcación, se producen el 1.2% del total del calzado del país. Lo que representa más del 10% de los talleres del país, dejando a esta entidad en el top 10 en la producción de calzado en el mundo. Además, esta fecha se celebra en diferentes países y algunos estados de México, por los hermanos y santos patrones de los zapateros quienes para asegurar su subsistencia realizaban calzado todas las noches y en el día predicaban a los galos.
En San Mateo Atenco , cientos de personas se reunieron frente al atrio de la iglesia, para celebrar en grande el decreto por su día y agradecer a los santos “el favor de habernos permitido sobrevivir de nuestro oficio durante los duros años de la pandemia, libres de Covid-19 y conservando la producción de los talleres”, comentó Don Ricardo.
En este municipio del Valle de Toluca es posible encontrar desde calzado de enfermera, ortopédico, para doctor y personas diabéticas, además de modelos innovadores, en el caso de este artesano, productos que han llegado a otros continentes, aunque reconoció, que a la mayoría les hace falta promoción para incrementar sus ventas.
En sexto de primaria hizo su primer par de zapatos
Segura Valencia afirmó que ser zapatero es su vida, recordó que desde el sexto año de primaria comenzó a hacer sus primeros pares. Gracias a su padre, aprendió a ser cuidadoso y hacerlo siempre bien.
Debido a que en su casa no había suficientes recursos, por ello se fue a trabajar a los talleres, pero en ese entonces los patrones organizaban la fiesta patronal sin invitar a los trabajadores, por eso prometió que de tener un negocio, les daría una festividad digna, como la que se realizó este martes. “Mis hijos dieron seguimiento a este oficio, con seis décadas que les permite seguir vigentes, por lo que celebramos a lo grande”, aseguró.
“Tengo muchos recuerdos hermosos de este trabajo honrado y al que volvería si volviera a nacer”, dijo.
Por su parte, la alcaldesa Ana Muñoz Neyra, el ayuntamiento y la Secretaría de Desarrollo Económico realizan un diagnóstico para saber cuántas familias, cuántos pares producen, con que materiales cuentan y cuántas personas emplean, para dar un impulso a la industria del calzado.
"Pedimos a la gente que nos visite en las plazas Azul, la Naranja, en la zona comercial porque seguimos con calzado de calidad de piel, diseños innovadores, para toda la familia y lo que más necesitamos es que nos den la oportunidad para calzar este zapato mexiquense que brinda certeza a las familias", dijo.
Señaló que hay productores que requieren apoyo para exportar, otros que necesitan maquinaria, quienes necesitan promoción que es lo más importante, por lo que acudió con el diputado Alfredo Quiroz y la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Legislatura estatal para exponer proyectos, además los respaldaron para nombrar el Día del Zapatero, además de promover iniciativas para consolidar este mercado.
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