Las alcaldías Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco están dentro las cinco demarcaciones territoriales del país donde la población ha visto un mayor número de tomas irregulares de luz, es decir, los llamados diablitos, según revela la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), de septiembre de 2023, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dicho sondeo también mide las llamadas conductas que llama “incivilidades” y son, además de la irregularidad en el servicio eléctrico, la venta o consumo de alcohol en la calle, así como los conflictos con los vecinos.
En el caso de los llamados diablitos, en la alcaldía Milpa Alta, que ocupa el primer lugar a nivel nacional, 43% de los habitantes afirmó haberlos presenciado.
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Después está la alcaldía Xochimilco con 36.5%; el tercer sitio lo ocupa Tlajomulco, Jalisco, con 30.9%; el cuarto puesto regresa a la Ciudad de México con Tláhuac, donde 28.6% los ha visto. El quinto es para Ciudad Juárez, Chihuahua, con 28.2%.
Comparando los resultados de septiembre de 2023 con el mismo mes este año, los niveles de la alcaldía Milpa Alta aumentaron de 37.9% a 43%, mientras que en Tláhuac subió de 24.2% a 28.6%.
En el caso de la alcaldía Xochimilco, redujeron los niveles de avistamiento de 42.4% a 36.5% actual; esta demarcación era primer lugar a escala nacional el año pasado.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el alcalde de Milpa Alta, Octavio Rivero, explicó que este fenómeno —las tomas irregulares de luz—, se debe principalmente al desarrollo urbano irregular y a la falta de infraestructura para aquellas comunidades que habitan asentamientos humanos fuera de la normatividad.
“Las zonas urbanas están creciendo y en el caso de Milpa Alta ha sido un problema el crecimiento desordenado. Eso ha incrementado este problema (...) Este tipo de circunstancias se dan en los parajes o en los asentamientos humanos irregulares. Allí la gente no tiene el servicio y la CFE no puede dotarlo porque se encuentran fuera del casco urbano”, comentó.
Informó que 30% de la población de Milpa Alta vive fuera del casco urbano, por lo que el proceso más común para el gobierno es acercarse a comunidades numerosas y ya establecidas para regularizarlas y darles el servicio una vez que se haya detectados que un gran número de personas utilizan estas tomas irregulares de luz.
“Hemos estado generando ya mesas de trabajo con CFE para empezar a regularizar a los vecinos y crear convenios de pago porque ellos también quieren la regularización, pero falta presupuesto de la propia instancia federal para electrificar ciertas zonas y cómo la gente no tiene la posibilidad del servicio, entonces se cuelga”.
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Rivero precisó que como alcaldía no tienen las facultades para perseguir esta falta administrativa y es competencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el llevar a cabo las sanciones correspondientes a quienes cometan esta infracción. “Toca a la Comisión Federal el ver que no se realice esta actividad ilícita, lo que hace la alcaldía es acercar a los ciudadanos y hacer mesas de trabajo con la dependencia para electrificar zonas de vivienda, pero como alcaldía estamos atados de manos en este tema”, expuso el edil.
En la Ciudad de México, otras alcaldías también registran, a través de la percepción ciudadana, dicha conducta como Iztapalapa con 21.1%; en la Gustavo A. Madero fue 22% que la población notó los diablitos de luz.
En la Magdalena Contreras, 22.5% también afirmó haber presenciado esta actividad; en Cuauhtémoc fue de 23.3%; Iztacalco, con 24.1%, y en Tlalpan, 25.7% de la población también ha visto diablitos cerca de su comunidad.