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Como nunca antes, los panteones estuvieron desolados este Día de Muertos, cancerberos uniformados fueron los encargados de evitar que los capitalinos llegaran a festejar con sus difuntos; no permitieron el acceso para evitar más contagios de Covid-19 y aun así, algunas tumbas lucían arregladas con cempasúchil y otras flores que, en la semana, poco a poco los deudos fueron colocando, pues sabían que ayer el acceso sería nulo.
A diferencia de otros años, afuera del cementerio 20 de Noviembre, ubicado en el centro de Tlalpan, no había tráfico ni vendedores de flores y velas; sin embargo, la necesidad obligó a unos pocos comerciantes a arriesgarse para sacar sus productos.
“Está muerto el Día de Muertos, se ve muy triste todo así, pero ni modo, qué se le va a hacer, son los tiempos”, expuso doña Fernanda, quien por unas horas se postró afuera del panteón a vender flores, pero se retiró.
Sobre la misma calle de San Marcos, en el centro de dicha alcaldía, los vecinos se dijeron seguros una vez que no hubo afluencia de capitalinos en los panteones.
“De alguna manera está bien así, no hay control de la pandemia todavía y las autoridades de la alcaldía creo que actuaron de forma adecuada. Más vale que esperemos a los fieles difuntos en la casa, de manera privada y con pocas personas y no que estemos muertos nosotros, luego, ¿quién los va a esperar en vida?”, comentó Ramiro Escobar, quien se alistaba para recibir a sus muertos al final del día.
Desacatan recomendaciones
A pesar de la vigilancia y del exhorto de las autoridades a no acudir a los panteones, en Álvaro Obregón los ciudadanos hicieron caso omiso.
La pasión por el Día de Muertos superó al temor por el coronavirus, pues en el pueblo de Santa Rosa Xochiac los habitantes realizaron su tradicional repartición de cera o veladoras en las casas de personas que fallecieron en años anteriores y en lo que va de 2020.
Con cubrebocas y gel antibacterial, los habitantes se presentaron en las casas de los vecinos o familiares para dejar una veladora en las ofrendas de quienes ya dejaron esta vida por causas naturales, accidentes o incluso por el coronavirus.
“La tradición debe tener más de 80 años realizándose en Santa Rosa Xochiac. En otras partes del país se va a los panteones a velar a los difuntos, pero aquí vienen los vecinos y familiares a dejar una veladora como si fuera un velorio, pero con la diferencia de que aquí los recordamos [a los difuntos] y agradecemos que regresen a visitarnos”, dijo María de Lourdes Velázquez.
Desde días previos, Salvador Salazar, habitante de Santa Rosa Xochiac, preparó una ofrenda de Día de Muertos para su madre, Altagracia Morelos, quien falleció en noviembre del año pasado, y para su padre Carlos Salazar, quien murió hace más de 10 años.
Explicó que a los visitantes se les recibe con alimentos, y continúan con las visitas durante casi toda la noche, ya que esta celebración, que dura del 1 al 2 de noviembre, es una de las más importantes de Santa Rosa Xochiac, pues es aquí que la tradición une a los pobladores, aunque no se conozcan entre sí.
Este lunes, los panteones también permanecerán cerrados para evitar más contagios de la enfermedad.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dio a conocer que el operativo preventivo continúa con el dispositivo de seguridad, vigilancia y movilidad en las inmediaciones de los 120 cementerios localizados en las 16 alcaldías de la capital que, en su mayoría, permanecen cerrados al público y en otros sólo se realizaron liturgias y servicios funerarios controlados.