Los comercios establecidos, fijos y semifijos que resistieron a la pandemia de Covid-19 ahora tendrán que enfrentar las extorsiones o el llamado derecho de piso aplicado por la delincuencia organizada que se ha extendido a al menos seis alcaldías de la Ciudad de México.
Este es el panorama que advierten especialistas en temas de seguridad y que proyectan se podría agudizar para este segundo semestre del año.
Tan sólo esta semana El UNIVERSAL publicó que comerciantes han sido extorsionados en las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Álvaro Obregón.
“Tenemos varios factores que influyen en este problema, primero, que los grupos locales que se dedican a la venta de drogas al menudeo no encontraron mercado durante el año pasado, es decir, la pandemia también los afectó si tomamos en cuenta que no hubo escuelas, antros o centros de concurrencia abiertos.
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“Ahí perdieron dinero, mucho y ahora buscan recuperar todo como lo están haciendo los empresarios y el comercio legal. Entonces, la manera más rápida e inmediata para hacerlo es extorsionando e implementando cuotas a los negocios que gradualmente van abriendo, estamos hablando desde tiendas de abarrotes en los barrios, hasta gasolinerías, tortillerías, restaurantes o cualquier lugar que genere dinero rápido para los delincuentes”, explicó el criminólogo y especialista en seguridad corporativa, Martín Hinojos.
Si bien durante 2020 las denuncias por ese delito ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) prácticamente desaparecieron, pues durante el primer semestre del año pasado, según las estadísticas de la institución, se contabilizaron 15 carpetas de investigación, tendencia que siguió hasta los primeros cinco meses de este 2021, cuando se registraron cinco denuncias.
El delito de extorsión empezó a afectar a los comerciantes a partir de los meses de abril, mayo y junio, una vez que los negocios empezaron a abrir luego de que las autoridades capitalinas decretaron el semáforo verde, pues durante ese periodo van 20 denuncias, cinco más que en todo 2020.
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En este sentido, llama la atención a las autoridades que los grupos criminales usan extrema violencia hacia los ciudadanos para cumplir su objetivo.
“El empresario y el emprendedor común tiene otro problema, no sabe si lo extorsiona La Unión Tepito, el Cártel Jalisco Nueva Generación, un empleado, su vecino o su misma familia, porque la atomización de los grupos preponderantes ha derivado en 10 pequeñas células que usan los nombres de esos cárteles o puede ser que alguna vez estuviera ahí y ya conocen ese método.
“Entonces, están en más riesgo porque la primera reacción de ellos es decir que no, que no van a pagar o no se van a dejar extorsionar, primero pues porque simplemente no tienen dinero y en segunda porque saben que hay cárteles o grupos que ya desaparecieron, los delincuentes como respuesta entonces son más agresivos, queman, disparan contra las casas, los negocios de las víctimas o en el último de los casos, los matan”, comentó Melissa Martínez, criminóloga por el Colegio del Norte de la Frontera (Colef).
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Esta casa editorial publicó que comerciantes afectados en cinco alcaldías decidieron formar un frente para combatir a los grupos.
Don Agustín, que formó parte del frente, se resistió a pagar la extorsión en Álvaro Obregón. Denunció ante la fiscalía capitalina y tres días después fue atacado a tiros afuera de su domicilio, su estado de salud es delicado pues recibió tres impactos de bala en el abdomen.
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