Valle de Bravo, Méx.— Carreteras en mal estado, la extracción del agua de manantiales para alimentar hasta 200 lagos privados y la sequía son tres de los factores que están devastando al Pueblo Mágico de Valle de Bravo, según los prestadores de servicios como renta de lanchas y restaurantes, autoridades municipales electas y ambientalistas.
Este lugar es uno de los sitios turísticos más importantes del Estado de México, de acuerdo con la Secretaría de Cultura y Turismo mexiquense; sin embargo, la presa que forma parte del Sistema Cutzamala se encuentra apenas a 60% de su capacidad o menos, y la razón no sólo es la falta de lluvias, dijeron algunos ambientalistas entrevistados, también impacta que desde hace varios años predios de hasta una o dos hectáreas se ofrecen a la venta con lagunas privadas que son conformadas por la extracción de agua de los manantiales y ríos que emergen de los cerros.
Pero a raíz de la pandemia de Covid-19 se agravó la condición, pues “muchas familias de dinero compraron los terrenos más grandes, al costo que fuera, porque hubo una especie de éxodo, previendo, sobre todo, lo que podría pasar en un futuro, pues se dice que ya no habrá agua en la Ciudad de México y decidieron explotar la de Valle de Bravo”.
Para Natalia Fenton, una de las activistas, el tema de los lagos irregulares es “una moda en los ranchos y grandes propiedades”, que desgraciadamente no son captaciones de agua pluvial, sino que acaparan manantiales y desvían ríos.
“La mayoría obviamente no cuentan con ninguna licencia de impacto ambiental ni permiso de la Comisión del Agua del Estado de México [CAEM] o la Comisión Nacional del Agua [Conagua]”, dijo.
Sin embargo, la represa artificial colapsó y vertió agua al caudal de río Molino, propiciando su desbordamiento y afectando 10 propiedades privadas en la comunidad de Los Álamos, por lo que el observatorio pidió la intervención también de la Procuraduría de Protección al Ambiente estatal (Propaem), la Conagua y la Dirección de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Valle de Bravo.
Sin embargo, la CAEM informó que no pueden intervenir en estas acciones, pues se trata de predios federales y por lo tanto corresponde a instancias federales atender el tema.
Felipe Hernández, representante de Guardianes de Valle, enfatizó que desde hace “años que la autoridad local no atiende las denuncias sobre el tema, sabemos que no es su facultad lo relacionado con la presa y manantiales, pero sí con los permisos para la construcción de ranchos y viviendas”.
La alcaldesa electa de Morena, Michelle Núñez Ponce, dijo tener conocimiento de la problemática y debe esta gestión atenderla, al tiempo que aseguró que cuando asuma el cargo, en enero próximo, realizará reuniones de trabajo para atender el tema.
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