“Es inaceptable el desalojo violento de activistas de la Visitaduría Regional de Derechos Humanos en Ecatepec, así como la detención de 13 personas, entre ellas 11 mujeres, en hechos ocurridos el pasado 11 de septiembre”, afirmó la presidenta de la Mesa Directiva de la Legislatura mexiquense, Karina Labastida.
Ante lo anterior, dijo, es necesaria una explicación pública y la comparecencia de los titulares de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), Alejandro Gómez Sánchez, y de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Jorge Olvera García.
“Estos hechos que se registraron y se difundieron en las redes sociales sólo son resultado de la falta de atención por parte de las autoridades a los casos de violencia contra las mujeres y esto es un llamado de atención por el alto índice de impunidad que persiste en el Estado de México”, aseveró Karina Labastida.
Para el gobierno federal, encabezado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “ha sido prioridad escuchar a las mujeres y entablar mesas de trabajo para conocer las necesidades de las mexicanas.
“En el Estado de México, es una incongruencia que, ante la toma de instalaciones de la Visitaduría de la Comisión de los Derechos Humanos, se recurra al desalojo violento y gracias a los videos se pueda conocer parte de la verdad de los hechos que son condenables”, agregó.
Los responsables de la Codhem y la FGJEM tienen que dar una explicación pública ante los representantes del pueblo, dijo.
“No para justificar el actuar de su personal o su falta de sensibilidad de respeto a los derechos humanos, sino más bien para que no vuelva a suceder el exceso de autoridad”, indicó la morenista.
Tras el desalojo de la Visitaduría de la Codhem, en Ecatepec, un grupo de 11 mujeres y siete menores de edad fueron trasladados desde el oriente mexiquense hasta el Ministerio Público del Centro de Justicia de Atizapán de Zaragoza, donde horas después fueron liberados, junto con dos hombres que habrían sido detenidos en el MP .
En tanto, las activistas insistieron en que la ocupación de las oficinas de la Codhem no fue una toma violenta, sino más bien pactada.
Aunque en la recuperación, entre 30 y 40 policías de investigación mexiquenses rompieron las puertas para sacarlas del lugar, sin importar que una de las activistas estuviera embarazada, por lo que la investigación es necesaria para dar con los responsables.