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Alfa González Magallanes, alcaldesa de Tlalpan, asegura que se lleva la gran satisfacción de que en sus tres años de administración dio resultados y logró sacar adelante la demarcación con trabajo duro a pesar, dice, del “maltrato” y falta de coordinación que hubo de parte del Gobierno central, al tratarse de una alcaldía encabezada por la oposición.
En entrevista con EL UNIVERSAL, González Magallanes destaca que después de estos tres años “de remar contra corriente” y de trabajo intenso deja la “vara alta” para la próxima alcaldesa, Gabriela Osorio.
“Y mejor que se quede una vara alta, porque las y los tlalpenses merecen buenos gobiernos. Entonces, ojalá que lo que hagan sea mucho mejor y que nos superen por mucho. Quienes lleguen (al próximo gobierno) y quienes lleguen después de ella. Nosotros no queremos una alcaldía mediocre, que esté sumergida en la pobreza, en el deterioro”, enfatiza.
Asegura que en la próxima administración el discurso no podrá ser que recibieron una alcaldía en el abandono, como le tocó a ella en 2021, ya que ahora Tlalpan suma tres años consecutivos como ciudad árbol del mundo y dio atención a colonias en donde “nadie se había parado”, y de ello dará cuenta en su tercer y último Informe de Gobierno.
¿Qué es lo que más destaca de estos tres años de gestión?
—Logramos que hoy Tlalpan sea mejor. Con obras, con cultura, con ejercicios recreativos de arte y esparcimiento, con la recuperación de los espacios públicos y en otros temas que probablemente no se vean, como los estudios para los asentamientos humanos irregulares —en donde hicimos más que en las últimas administraciones juntas— o el cambio de la red de agua potable; de hecho, hoy Tlalpan se inunda mucho menos que cuando llegamos, pues teníamos como 80 puntos de inundaciones. Esto nos deja la satisfacción del deber cumplido, porque avanzamos también en temas de salud, de infancias, de personas mayores, de atención a personas con discapacidad, es decir, tratamos de atender todos los sectores de la población.
Precisa que en su administración se avanzó con más de 40 asentamientos irregulares, pero todavía hay otros 182 en los que se debe continuar con el análisis y atención.
Cuestionada acerca de los pendientes que aún quedan en Tlalpan, la edil explica que algunos tienen mucho que ver con temas que corresponden al Gobierno central, como son agua, movilidad y transporte público.
Considera que “un gran pendiente” en la Ciudad es dotar a las demarcaciones de más atribuciones, ya que actualmente sólo les toca administrar “la escasez de personal, de recursos humanos, de recursos materiales, de recursos financieros, pero no tenemos, por ejemplo, recaudación. Entonces, las alcaldías no tenemos facultades o grandes facultades en materia de seguridad más que preventivas. Creo que ese es un gran pendiente y una gran oportunidad que tendrá el nuevo gobierno, que puedan generar las reformas y que doten de mayores atribuciones a las alcaldías para resolver problemas de primera mano”.
¿Cómo fue ser alcaldesa de un gobierno de oposición?
—Muy complicado y muy restringido, con muy poca voluntad desde el Gobierno de la Ciudad para apoyarnos, más intromisión que apoyo. No había una coordinación institucional del gobierno, de mi parte siempre hubo esta solicitud de coordinación, de trabajar de manera institucional. Fue muy complicado avanzar, con muy pocas respuestas. Esto se recrudeció, por ejemplo, con la doctora Claudia (Sheinbaum) ella era más respetuosa. Ella iba a la alcaldía y una noche antes nos avisaban y me invitaban, pero cuando llegó Martí (Batres) me decían del evento una hora antes. Nuestro único reclamo fue que seamos institucionales, esto es para la gente, pero no recibimos esa respuesta ni ese trato. Creo que fue incluso un maltrato hacia mi persona, hacia el cargo que aún ostento.
Este maltrato que menciona, toda la situación, ¿pudo haber influido en los resultados que tuvo en las elecciones pasadas?
—Absolutamente, además de la compra del voto, y por supuesto que la injerencia del gobierno tiene una inclinación en la balanza. Si tú dices, como candidato, “no hay transporte público de calidad y, miren, es porque Alfa no quiere que tengamos transporte” es absolutamente falso, porque es una competencia del Gobierno de la Ciudad, pero ahora ya dijo Clara que va a poner el primer Cablebús en Tlalpan. Qué bueno, fue una promesa que hizo Claudia y que no cumplió siendo jefa de Gobierno. Hubo mucho maltrato, pero también creo que fue una batalla de orgullo de ella, de recuperar la alcaldía que gobernó, pues nos aventaron toda la caballería para Tlalpan.
“Cuando llegamos recibimos una alcaldía en estado de abandono, hoy Tlalpan no está abandonada y ese no va a poder ser el discurso. Hoy no pueden decir, recibimos una alcaldía abandonada y que estaba tirada, porque hemos trabajado”, señala.