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Los agentes de investigación de la procuraduría local continúan con las entrevistas para resolver el crimen del empresario Federico Marentes, quien la tarde del martes fuera asesinado en Miguel Hidalgo.
La víctima tenía una cartera con 10 mil pesos en efectivo, dos celulares de alta gama y un reloj de lujo, por lo que descartan el robo como móvil.
Según el peritaje practicado al cuerpo, el trabajo que se hizo fue “profesional”, pues el gatillero —quien lo estuvo esperando por más de 30 minutos— detonó un disparo que dio en la cabeza del hijo del maestro de la UNAM, ex cónsul de México en Nueva York y San Francisco, Pablo Marentes González.
Por el momento no se descarta ni una línea de investigación, incluso la extorsión, pues Federico Carentes administraba al menos dos estacionamientos en aquella alcaldía, los agentes de la procuraduría local indagan una amenaza que recibió de un supuesto vecino, quien se molestó con el occiso porque derribó un árbol para ampliar uno de sus estacionamientos.