“Ya me bajó”, afirmó Laura casi con espanto, mientras sus mejillas se pusieron rojas y revisaba su falda, para ver si había sangre por su periodo menstrual.

Como ella, cerca de medio millón de menores de edad del Estado de México enfrentan problemas para poder comprar toallas femeninas al vivir en condiciones de pobreza.

Laura podría ser una de las beneficiarias del programa Adquisición de Toallas de Higiene Femenina, aprobado por diputados de la Legislatura local, con un presupuesto de 20 millones de pesos para proporcionar estos productos a alumnas de educación básica de zonas marginadas del Estado de México, indicó la diputada local del PAN, Ingrid Krasopani Schemelensky.

La legisladora informó que desde 2023 había un presupuesto de 20 millones de pesos para este programa, el cual no se ejerció porque las reglas de operación se publicaron hasta el 21 de agosto del 2023 —cuando aún gobernaba Alfredo del Mazo— y ese dinero ya no se ejerció el año pasado.

Autoridades de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de México informaron, en respuesta a preguntas realizadas por EL UNIVERSAL, que luego de la aprobación de las reglas de operación, a finales del año pasado inició el proceso de adquisición de toallas femeninas que empezarán a repartirse este mes.

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Esta semana, aseguraron autoridades de dicha dependencia, cuyo titular es Miguel Ángel Hernández Espejel, iniciará la distribución de 821 mil 118 paquetes con 10 toallas, cada uno tuvo un costo menor de 30 pesos, por lo que la inversión total fue de 19 millones 325 mi l 471 pesos y que serían pagados a la Compañía Interamericana de Comercio S.A. de C.V., empresa que recibió el fallo de adjudicación mediante el procedimiento IRP-005-2023.

Esto implica que los 821 mil 118 paquetes tendrán un total de 8 millones 211 mil 130 piezas de la marca Saba, toallas sanitarias desechables, fabricadas con cubierta suave, centro súper absorbente, barreras antiescurrimiento, diseño con canales de rápida absorción y distribución de flujo tipo anatómica, flujo abundante con alas que se adhieren a la ropa interior.

De estos paquetes de toallas, 123 mil 167 serán para alumnas de primaria; 369 mil 503, para las de secundaria y 328 mil 448, para estudiantes de nivel medio superior de escuelas públicas. En total serán 205 mil 279 estudiantes beneficiadas y a cada una se le entregará cuatro paquetes.

Usan trapos y papel durante la menstruación

Muchas mujeres, niñas y adolescentes que viven en condiciones de marginación y pobreza utilizan hasta trozos de cartón, papel periódico, trapos y hules durante sus periodos menstruales ante la imposibilidad de adquirir toallas femeninas, tampones, copas o calzones menstruales, señaló Anahí Rodríguez, de la colectiva Menstruación Digna.

En el país, 12 entidades han aprobado leyes para impulsar una menstruación digna, pero sólo Michoacán, Jalisco y ahora el Estado de México han destinado recursos para la distribución gratuita de toallas femeninas a estudiantes en condiciones de pobreza y alta marginación, informó Anahí Rodríguez.

En Aguascalientes, Baja California, Colima, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sonora, Tamaulipas y Yucatán se aprobaron programas de menstruación digna, pero no hay recursos aplicados, señaló la activista.

Medio millón de niñas en marginación

En el Estado de México hay un millón 6 mil 331 niñas de nueve a 15 años, de acuerdo con datos del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y de ellas, la mitad vive en condiciones de pobreza, señalaron legisladoras.

Esto implica que más de 500 mil niñas y adolescentes del Estado de México viven en condiciones de marginación y pobreza extrema, por lo que enfrentan dificultades para obtener toallas femeninas, tampones, copas menstruales y menos calzones menstruales.

Sin embargo, la población objetivo y prioritaria de este programa de menstruación digna serían 14 mil 382 niñas y adolescentes menstruantes que viven en condiciones de alta marginación y 85 mil de muy alta marginación, apuntó la diputada Ingrid Schemelensky.

Este presupuesto se debe destinar especialmente a escuelas públicas y centros de salud de municipios con alta y muy alta marginación, especialmente del sur y oriente del Estado de México, así como en comunidades ubicadas en el Valle de México, porque es donde las estudiantes dejan de asistir a la escuela cuando están menstruando, señaló la legisladora panista.

Estos 20 millones de pesos para toallas femeninas son insuficientes para atender a las estudiantes menstruantes, por lo que este año este presupuesto debe ser de unos 40 millones de pesos —considerando que los 20 millones de pesos del año anterior no se ejercieron y fue con los que se adquirió el primer lote de toallas que apenas empezarán a distribuirse—, afirmó Ingrid Schemelensky Castro.

El tema de la menstruación no es un problema de salud pública, es de educación, apuntó la diputada, quien indicó que además se deben impulsar planes con perspectiva de género.

Las hijas de desempleados, obreros, comerciantes ambulantes o madres solteras con ingresos de salario mínimo, al ver y vivir las carencias de sus hogares, ni siquiera se atreven a pedir suministros como toallas femeninas, desechables o de tela, tampones, menos copas o calzones menstruales, cuyo precio supera los 500 pesos.

Una mujer mexicana gasta en promedio de 90 a 100 pesos mensuales en productos de gestión menstrual, en su mayoría toallas desechables, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Menstruación Digna 2022, indicó Anahí Rodríguez.

Esto implica que las familias de niñas y adolescentes que viven en condiciones de pobreza y marginación extrema no pueden cubrir esta necesidad básica y las menores ven trastocados sus derechos humanos, por lo que es necesario que reciban toallas femeninas o suministros menstruales gratuitos, puntualizó la activista.

Ausentismo durante la menstruación

Tres de cada 10 niñas faltan a la escuela cuando están menstruando por las burlas, incomodidad y, especialmente, porque no tienen toallas femeninas, afirmó Anahí Rodríguez, cofundadora de Menstruación Digna.

Son al menos 30 días al año los que las estudiantes menstruantes se ausentan de la escuela y ningún profesor o profesora les repondrá las clases y conocimiento s perdidos, por lo que se va creando una brecha que las va dejando rezagadas académicamente y en una condición de desigualdad, coincidieron en señalar la activista y la diputada Ingrid Schemelensky Castro en entrevistas por separado.

En México ha bajado la edad de menstruar de 12 a nueve años, por lo que es importante que este programa de menstruación digna se aplique a estudiantes de escuelas públicas desde el cuarto, quinto y sexto grados de primaria, así como en la secundaria y preparatoria, apuntó Anahí Rodríguez.

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