José Alberto
era agente de la Policía de Investigación de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México , pero en sus redes sociales rara vez hacía referencia a su profesión, de hecho, usaba otro nombre. Lo que abundaba eran fotos, referencias, historias de su gran pasión: las motocicletas.
El hombre de 43 años murió en el choque múltiple del domingo sobre la autopista México-Cuernavaca , al impactarse contra un tráiler que se detuvo tras el primer alcance entre una moto y otro transporte de carga.
Las imágenes de sus lesiones causaron estremecimiento. Su pie, literalmente arrancado por encima del tobillo, se encontraba entre las motocicletas destruidas y los cuerpos de conductores lesionados que eran atendidos en el asfalto.
José, conocido como “Peque”
por sus cercanos, fue sepultado el lunes por la tarde en Coacalco , donde residía su familia. Vecinos y amigos recordaban su pasión por las motos y su gusto por ser policía.
Testimonios de sus amigos lo recuerdan en la academia, en operativos, en diligencias. Pero lo que más presente estaba era su pasión por los vehículos en dos ruedas.
Por eso, sus cerca de 50 compañeros del club Lentos Bikers acompañaron el recorrido de la carroza blanca en que trasladaron su cuerpo al cementerio El Retiro haciendo sonar los escapes de sus vehículos y, ocasionalmente, el claxon de las motos.
Antes de que su féretro descendiera a la fosa, sus compañeros de la fiscalía hicieron sonar sus sirenas , un último gesto a un hombre que amó las motos y a la Policía.
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