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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Un niño de 14 años vendía drogas en la secundaria en la que estudiaba y presumía a sus amigos que tenía el respaldo de un cártel trasnacional, aunque nunca fue violento ni se metía en problemas con otros jóvenes, el rumor de que El Junior —como le gustaba que le dijeran— era el “bueno” en la alcaldía Tláhuac, fue creciendo poco a poco.
Esto llegó a oídos de los verdaderos traficantes, quienes lo siguieron y corroboraron que las historias que se conocían alrededor del menor eran mentira, incluso las pequeñas dosis de droga —marihuana y cocaína— que revendía en la secundaria, se las compraba a un conocido.
Aparentemente y a manera de represalia, la tarde de miércoles un comando levantó a El Junior cuando este salía de la escuela, lo golpearon y luego lo envolvieron en plástico transparente para empaquetar, le colocaron una bolsa amarilla en la cabeza y lo dejaron con vida en la puerta de su casa.
“Que no se quiera sentir muy v**** el hijo de p***”, se leía en el mensaje que tenía en el cuerpo el joven y firmado con las iniciales SP, NK, RF, y CDT; las autoridades adjudican la acción al Cártel de Tláhuac.
El hecho ocurrió alrededor de las 18:00 horas y fue observado por varios testigos de la colonias Granjas en el sur de la Ciudad, quienes reportaron la situación al 911.
Al lugar, 10 minutos después, llegó la patrulla 607-ZZU de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSCCDMX), pero no encontró el bulto, pues los familiares del joven de 14 años lo trasladaron por sus medios al Ministerio Público.
Ahí la víctima explicó lo sucedido, esta versión fue ratificada por el padre del menor, quien aseguró a las autoridades ser un empleado común sin lujos, tampoco relación o nexos con delincuentes.
Dejó en claro que no quería problemas, por lo que luego de corroborar que su hijo sólo estaba policontundido se lo llevó del Ministerio Público, no levantó denuncia y tampoco quiso que el menor declarara.
A pesar de la negativa del padre, la procuraduría local ordenó vigilar el sector e indagar el entorno familiar del joven para evitar alguna situación más complicada. En el lugar no se encontraron cámaras de vigilancia, por lo que se desconoce las característica de los agresores.