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Aculco, Méx.— La pandemia causada por el Covid-19 agudizó el rezago educativo en comunidades aisladas del Estado de México, aunado a las dificultades que ya presentaban los menores por las condiciones socioeconómicas en las que viven, señalaron jóvenes docentes del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) que enseñan en el Ejido de San Martín, Cuarta Manzana, ubicado en el municipio de Aculco.
Guadalupe Teófilo y Gabriela Villafuerte Bernal, las dos líderes para la educación comunitaria (LEC) con que cuenta la escuela Defensores de la Patria, coinciden en que la pandemia generó “un rezago educativo importante” en los menores, pues tienen complicaciones respecto a lo que debieron haber aprendido durante los últimos ciclos escolares, el cual se presenta, incluso, en adolescentes que vienen del modelo convencional de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Hay niños de tercero de secundaria que no saben ecuaciones de primer grado. Aunque vienen de otro sistema educativo, no tienen el conocimiento y se tienen que explicar lo básico, ¿cómo se les va a enseñar algo más complejo?”, señaló Guadalupe Teófilo.
“Al hablar de temas vistos el ciclo anterior, los niños no los recuerdan, no los conocen, esto a pesar de que trabajaban con una guía impresa que pueden consultar”, explicó Gabriela Villafuerte.
Esta comunidad es una de las mil 100 que son atendidas en el Estado de México por el Conafe, organismo descentralizado que busca llevar educación a las comunidades de mayor marginación en el país, por medio de un programa educativo alterno al de la SEP.
Es en la escuela Defensores de la Patria donde los educadores del Conafe llevan la formación a esta localidad. Brindan los servicios para 20 niños provenientes de siete familias; tres son de preescolar. En primaria atienden a ocho niños y es el primer ciclo escolar en que se imparte la educación secundaria, a la que asisten nueve adolescentes.
Las condiciones en el centro educativo son complicadas para favorecer el aprendizaje, pues los niños deben recibir clases en el único salón con el que cuenta la escuela y en el que se imparten distintos cursos a la vez, sin que exista una división entre grados que les permita concentrarse por el ruido de la otra clase, más que un librero colocado a manera de pared a mitad del aula.
El mobiliario con el que cuenta la escuela es insuficiente y no es adecuado para el nivel educativo de cada menor, pues los pupitres que usan los adolescentes de secundaria son los que fueron otorgados para los niños de preescolar en ciclos anteriores.
Además, de manera provisional, los educadores tuvieron que construir durante la pandemia un salón afuera, con costales vacíos y troncos de madera como paredes que les protegieran del viento y del sol, para tener otro espacio para dar clase.
También se observa que los materiales didácticos dentro del aula son los mínimos. Incluso, Bruno Sánchez Cruz, presidente de la Asociación para la Educación Comunitaria (APEC) de esta localidad, señaló que, pese al poco mobiliario con el que cuenta la escuela, fue saqueada durante la pandemia cuando se suspendieron las clases: “Se robaron el tinaco, el inodoro, la instalación de cobre y del agua potable”.
En cada comunidad se conforma la APEC por un grupo de padres de familia que trabaja en coordinación con los LEC para gestionar, supervisar y vigilar el desarrollo educativo de los niños.
Bruno Sánchez detalló que, durante la pandemia, el modelo de Conafe cobró importancia para los padres de familia de estas regiones.
Para este ciclo escolar 2021-2022, el Conafe en el Edomex registró un incremento de su matrícula de 13%, al pasar de 11 mil 599 estudiantes en 2019-2020 a 13 mil 289 inscritos.
En entrevista, la coordinadora territorial para los servicios educativos del Conafe en el Estado de México, Berenice Olmos Sánchez, señaló que este incremento fue “gracias a la labor educativa de jóvenes que acuden a las localidades para combatir el rezago educativo paulatinamente”.
Olmos Sánchez refirió también que durante la pandemia salieron a relucir las necesidades de las comunidades, sin embargo, precisó que por ello el Conafe trabajó un programa con cuadernillos para llegar a las comunidades más remotas.
"Implementamos los cuadernillos impresos de 'Aprende en Casa', porque en las comunidades cuando hay televisión no hay señal, no hay internet, ni mucho menos red de datos, lo que deja a los más desfavorecidos en desventajas; con los cuadernillos se buscó llevar una educación impresa de calidad de esa forma evitar la deserción".
De acuerdo con la medición de la pobreza en los municipios de México 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la situación de pobreza de la población de Aculco es del 48.7%, con un rezago educativo de 16.5%. La escuela de "Defensores de la Patria" no es la excepción en este contexto.
ABCD, el modelo para educar
El modelo educativo que implementa Conafe se denomina Aprendizaje Basado en la Colaboración y el Diálogo (ABCD).
"Es un traje a la medida, está diseñado para que los niños aprendan a aprender, tanto el estudiante como el tutor siempre todos parten con un conocimiento previo, el modelo se adapta para las necesidades educativas de cada niño, de acuerdo a su ritmo de aprendizaje, a sus necesidades", afirmó Berenice Olmos.
Gabriela Villafuerte explicó que el modelo con el que desarrollan su labor "consta en dar una sección personalizada a cada uno de los niños, basada en escuchar y comprender, sin dar las respuestas, para que los niños puedan comprender y armar sus propias conclusiones".
Con el apoyo de mil 237 líderes para la educación comunitaria; 143 académicos de acompañamiento, 87 líderes para la educación comunitaria en formación y 13 supervisores de zona, el Conafe busca llevar a las comunidades una educación de calidad.
Tan solo en el Estado de México, el Conafe atiende un total de 2 mil 454 servicios educativos; mil 228 de educación inicial; 708 de preescolar; 311 de primaria; y 207 de secundaria, además de tres nuevos servicios educativos en asentamientos irregulares en la Ciudad de México.
También, cerca de 500 estudiantes son atendidos en 38 circos por 43 LEC que participan en este programa en apoyo a los niños que forman parte de la familia circense que recorre todo el país.
