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Custodios del Sistema Penitenciario local protestaron frente a las oficinas de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México para exigir un alto a los homicidios de compañeros.
Acusaron que durante la administración del Hazael Ruiz Ortega 18 celadores fueron asesinados por mafias que se disputan el control de todos los penales locales y que, de esos casos, ni uno ha sido resuelto.
El viernes, en Nezahualcóyotl, Estado de México, Alfredo Velarde, custodio del Reclusorio Norte, fue asesinado afuera de su domicilio: junto al cadáver los homicidas dejaron un mensaje en el que se advertían que atentarían contra más trabajadores en caso de “no cumplir lo acordado”, exhibiendo un posible contubernio entre jefes de custodios y reclusos.
Exigencias. En la protesta estuvo la madre del finado, María Antonieta Velarde, quien denunció que su hijo en repetidas ocasiones solicitó ayuda a sus superiores, quienes “nunca le hicieron caso.
“No es justo lo que está pasando; los custodios están expuestos, son los que dan la cara a los delincuentes, están entre la espada y la pared. Adentro los intimidan, afuera también, y si no hacen caso los matan, como a mi hijo”, externó.
Los custodios exigieron a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la destitución de Hazael Ruiz Ortega, subsecretario del Sistema Penitenciario, y la de Pablo López Jaramillo, director ejecutivo de Seguridad Penitenciaria y Custodia, así como la de Fallerbil Castañeda Martínez, subdirector de Seguridad de la dependencia, al argumentar que son los que hacen tratos con los convictos y que los custodios no pueden cumplir.
“Es terrible lo que está pasando dentro de las cárceles. Ahí se vende todo tipo de droga, alcohol, celulares con los que extorsionan, y todo eso lo decomisamos o lo denunciamos y nunca hacen nada y lo peor, las consecuencias la pagamos nosotros.
“Así no podemos hacer nuestro trabajo, porque los de ahí adentro nos amenazan, nos tienen en la mira, y si pedimos ayuda, resulta que están coludidos con nuestros superiores, entonces, ¿qué hacemos? Dejamos que hagan lo que quieran… a nosotros nadie nos apoya”, expuso Martín Mendoza, custodio del Reclusorio Oriente.
Los inconformes fueron atendidos por personal de la Secretaría de Gobierno local, una comitiva ingresó para dialogar con la autoridad y exigir la atención de tres puntos; la destitución de los mandos antes mencionados, el esclarecimiento de las 18 muertes de custodios y que se apliquen nuevamente los exámenes de confianza, pues dijeron en la última prueba 400 custodios la reprobaron y buscan darlos de baja.
De no atender sus peticiones, los funcionarios amagaron con incrementar las protestas, incluso realizarlas dentro de los penales.