Dolores crónicos en articulaciones y huesos, así como trastornos emocionales como ansiedad o depresión, son algunos de los padecimientos que se tratan con medicina alternativa en el Centro Especializado de Medicina Integrativa (CEMI) de la Ciudad de México.
La señora Fátima Aldama, de 65 años, lleva aproximadamente año y medio recibiendo tratamientos con acupuntura, homeopatía y masoterapia para tratar el dolor que padece en su columna, rodillas y tobillos desde hace al menos 15 años, y ha notado una importante mejoría.
“Tengo dos cirugías de columna, en la medicina alópata nada más son puros analgésicos y aquí no se usa nada de eso. Con la acupuntura me ha mejorado mucho mi problema de columna. Yo vine por eso y por mi artrosis de rodillas y me ha mejorado mucho”, contó.
Al principio, la paciente asistía a consulta una vez por semana para atenderse, pero actualmente sólo requiere terapias cada 15 días, además, cada 20 días o una vez por mes acude a masoterapia.
A diferencia de la medicina convencional, la integrativa permite a los pacientes estar “en el centro” de sus consultas y lograr un equilibrio fisiológico para mejorar sus padecimientos, explicó a esta casa editorial Adalberto Orozco Navarro, director del CEMI.
En el caso de la fitoterapia (para la que se hace uso de plantas medicinales), los tratamientos suelen ser largos, pero el paciente nota mejoras de sus dolencias a partir de la primera semana, y en un lapso de tres o cuatro meses ya se puede hablar de que la persona está sana.
“Sin embargo, nuestros pacientes son esencialmente adultos mayores y, por lo tanto, normalmente terminamos con un padecimiento, se da de alta, y puede ser que a los tres meses tengamos a ese paciente quizá ya no por las mismas dolencias, sino por otras, de tal forma que los pacientes pueden estar todo un año”, añadió Orozco Navarro.