Metrópoli

Crujía C, la de los presos distintos

“No somos asesinos, estamos aquí por cuestiones políticas”

Fotos: ARCHIVO INÉDITO EL UNIVERSAL
01/10/2018 |00:14Teresa Moreno y Pedro Villa y Caña |
Redacción El Universal
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“Me llamo José Luis Vázquez Bustamante y estuve interno en Lecumberri desde el 2 de octubre de 1968 al 3 de abril de 1971. Esta foto es del equipo de fútbol de la crujía “C”, que era la de los presos políticos.

“En el mismo equipo se juntaban los de la crujía E con los de la D, eran los que se encontraban presos por homicidios y lesiones.

“Siempre jugábamos contra los reos comunes, pero una vez resulta que no nos dejaron.

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—¿Por qué no vamos a jugar? ¡Retamos o lo que quieran! —les preguntamos.

—No, ustedes no juegan.

“Uno de los compañeros era un maestro: El Plus, Plas, Plis. Le decíamos así por la porra de la Escuela Normal de Maestros, se llamaba Luis, Luis González Sánchez. Era chaparrito, pero bien fornido.

“Había sido uno al que le decían El Mayor, así se le llamaba porque controlaba la crujía “E”, el que dijo que no jugáramos.

“Se le acerca el Plus y le pregunta:

—¿Por qué no?

—Porque no queremos.

“El maestro lo descuenta y de un golpe tremendo lo tiró. Ahí se quedó; los demás que fueron a verlo le preguntaban: ‘¿Te sientes bien? ¿Te sientes bien?’.

“El Mayor empezó a gritar: ‘¡A mí, crujía, a mí!’... eso quería decir que iban sobre nosotros.

“Ni la pensamos: nos fuimos corriendo por el patio hasta la entrada de las crujías. A un compañero que apenas alcanzó a pasar se le cerró la puerta y le fracturaron el brazo, me acuerdo que se apellidaba... se apellida Heredia.

“Era una puerta chiquita, pero alcanzamos a meternos... si no, ahí nos habrían puesto.

“Otra vez estábamos jugando frontón y llegó uno al que le decían El general Mariles, ese había matado a un albañil; llegó con sus guaruras a exigirnos que nos quitáramos porque iba a jugar él. Le dijimos que no, que él no era un preso igual a nosotros, que era distinto por asesino.

—Nosotros no. Estamos aquí por cuestiones políticas —le dijimos.

“Nos quisieron sacar, pero no nos dejamos. Fue uno de los pleitos que tuvimos.

“En otro partido, nos enfrentamos con los de la crujía M, donde estaban los médicos y los ferrocarrileros, que también eran presos políticos. Creo que les ganamos.

José Luis narra parte de los dos años y seis meses que pasó entre crujías.

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