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A unas horas de que rindió protesta como la primera fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy delinea lo que será su labor al frente de la dependencia durante los próximos cuatro años, en la que destaca la implementación de una política de pacificación para combatir a la delincuencia desde sus orígenes.
Con la imagen del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a sus espaldas, deja en claro que “no vamos a echarle gasolina al fuego, como sucedió en las pasadas administraciones y que no dio resultado”; dice que la política de combate será diferente y alineada con la administración federal.
Adelanta que la capital del país, como en todos los estados, van a tener que diseñar leyes de amnistía para los primodelincuentes, para la gente vulnerable que comete un delito; pero también se deberá tener cuidado de que no se beneficie a quienes delinquen una y otra vez, porque esos no pueden contar con este tipo de beneficios.
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¿La pacificación incluye mantener un diálogo con las organizaciones delictivas que operan en la Ciudad de México?
—No, no, de ninguna manera, eso sí se lo puedo decir, aquí no habrá ningún acercamiento, ningún tipo de acuerdo, con ninguna organización delictiva, que ni se atrevan.
Responde la fiscal con tono pausado pero enérgico. Como ejemplo menciona que durante este año de gestión ha logrado descabezar a cárteles de la droga que le fueron heredados por la pasada administración de la capital del país.
Además, le apuesta a impulsar el proceso de mediación que se implementó con el nuevo Sistema de Justicia Penal, pero que está subutilizado. “Mucha gente cree que la justicia es meter a la cárcel a alguien, cuando en realidad lo que importa es buscar la reparación del daño. Ustedes pueden ver que las 20 salas de mediación que hay se encuentran semivacías”, detalla la fiscal.
Sentada a la cabecera de la sala de juntas de su oficina, Godoy Ramos hace un balance de la situación de inseguridad que se vive en la capital de la República y en la que asegura que falta mucho por hacer.
“Hemos mejorado en la reducción de algunos delitos de alto impacto, pero todavía no logramos que la percepción [de los capitalinos] sea esa, lo más importante es que la gente sienta que esta ciudad empieza a ser segura y en eso nos falta mucho”, subraya la encargada del combate a la delincuencia.
Incluso, dice los delitos que más le preocupan, como los despojos de predios (que se presentan en diversas modalidades), las extorsiones y el robo a transporte público, este último provoca mucho miedo al capitalino, “pues cuando abordan una unidad nada más están esperando en qué momento los van a robar”.
En el parámetro de la fiscal, dichos ilícitos se encuentran por encima del narcomenudeo y del homicidio doloso.
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A lo largo de casi una hora de la conversación que sostuvo con EL UNIVERSAL, Ernestina Godoy habla sobre su controvertido proceso de selección como fiscal y de cómo se modificó la Constitución de la Ciudad de México para que pudieran acceder al cargo, por el que protestó el pasado martes.
“Yo no intervine en el proceso y decidí hacerlo así a pesar de varias personas que me decían que platicara con la gente, porque soy alguien muy respetuosa.
“Desde que fui diputada vimos que los requisitos que planteaba la Constitución de la Ciudad de México para ser fiscal ponía muchos requisitos que limitaban la participación a diputados, jueces y magistrados, pero permitía a dirigentes de partidos políticos contender; sin embargo, en el proceso de modificación tampoco participé”, menciona la servidora pública.
¿El apoyo que le dio el presidente Andrés Manuel López Obrador ayudó o perjudicó?
—El Presidente siempre causa polémica, creo que es una de sus grandes virtudes; él dice algo y todo mundo empieza a hablar de eso. Tuvo su efecto, en algunos casos positivos y en otros sí fue… creo que algunos pensaron que para qué entraban al proceso si estaba decidido.
Sin perder el tono de voz, menciona que a pesar del ruido que se generó al respecto decidió participar, porque desde adentro podía modificar muchas cosas, sobre todo abrir la puerta de la justicia a la gente: “Yo dije: ‘Creo que sí puedo’, aunque es un trabajo difícil emocionalmente, pero también pienso que sí se puede cambiar la forma de trabajar”.
Una de las problemáticas a la que le pondrán más atención es el relativo a la violencia de género, tema con el que es empática y asegura que no es nuevo.
“Creo que es un gran problema, que debo decir que no es nuevo, ya muchas de nosotras tuvimos luchas y logramos que hubiera leyes, programas, dependencias especializadas para atender a las mujeres y ahora viene una ola, sobre todo de muchachas jóvenes, que está bien, pero no estoy de acuerdo con la violencia, aunque con su planteamiento de fondo claro que sí”, destaca.
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¿Cuál es el llamado que haría a las mujeres para evitar este problema que se vive?
—Primero que no se me vayan a cansar las mujeres que están luchando para que haya más medidas, más acciones de fondo y estructurales, a ellas les digo que sigan. Otra, que nos tengan confianza, que confíen en la fiscalía, sé que no es fácil porque ninguna mujer puede decir que no ha sido víctima de violencia, pero les digo que vamos a hacer frente a esta problemática.
Ernestina Godoy espera que el tiempo que esté al frente de la Fiscalía General de Justicia le permita generar un cambio de 180 grados en la dependencia, pero sobre todo que la gente perciba una Ciudad más segura y se respeten los derechos.