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Sentada en una pequeña camioneta de carga, donde coloca sus flores en tonos amarillos y blancos, Amparo Cruz recuerda con nostalgia las ventas del año pasado: “Era muy bonita la venta. Los días miércoles se vendía muy bien todo el día, desde las 5 de la mañana hasta las 20:00 horas.
"Llegaban clientes y me decían: dame 50, dame 30, de esta variedad y de la otra.... Ahora, desde que está este problema no hay venta, nada más se vende un ramo en todo el día; da hasta sueño estar aquí”.
En los 30 años que Amparo se ha dedicado a la venta de flores este Día de las Madres , será la primera vez que tendrá que tirar su producto a la basura debido a la pandemia y sin tener otra fuente de ingresos.
Cientos de familias dedicadas a la producción de flores están quedando prácticamente en la ruina a causa del Covid-19 .
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“No estudiamos, no tenemos ninguna otra entrada extra, nada. Yo tengo fe en Dios y sé que él me va a proteger, siempre me ha protegido, no hay otra cosa más que confiar en él”.
, mejor conocido como “La Capital de la Flor en México” , se ubica al sur del Estado de México, cuenta con 75 mil habitantes de los cuales el 80 por ciento se dedica a la floricultura, oficio que han aprendido de generación en generación desde hace décadas convirtiéndola en la principal actividad económica de este municipio.
Aquí los pobladores preparan los cultivos con meses de anticipación, para que en fechas importantes como el 10 de mayo, las flores estén listas para ser comercializadas, principalmente en la Central de Abasto de la región, lugar que en años anteriores tenía un movimiento constante.
Aquí los camiones se cargaban con toneladas de flores las 24 horas del día, listas para ser entregadas en estados como Guadalajara, Monterrey, Baja California, Culiacán y países como Estados Unidos y Canadá.
Vendedores de aguas, nieves o botonas, que recorren los pasillos de la central también han disminuido sus ventas.
“Estamos todos consternados, ¿Cuándo se acabará esto?, vemos aquí pues puras caras tristes de que no se vende la flor. Las flores no son parte de la canasta básica, pero creo que el gobierno debería considerar que aquí estamos siendo afectadas muchas familias.
Hay familias con cuatro, cinco hijos. No sé a dónde vamos a llegar con todo esto”. Comentó Nazario Arias, Director de la Central de Abastos, quien asegura que el número de compradores ha disminuido un 70 por ciento desde que el gobierno Federal ordenó la suspensión de actividades no esenciales tras declarar emergencia sanitaria la pandemia por Covid-19 . Trayendo como consecuencia el cierre temporal de florerías situación que afecta a los que viven de este producto.
En la parte alta del municipio, Martín de 41 años tiene su cultivo, ahí produce Lilis. Comenzó a trabajar en el oficio desde los quince años. Tiene clientes que este año no han llegado e incluso le han cancelado pedidos.
Para este día de las madres se preparó desde febrero, sembrando rosas y lilis. En esta producción, invirtió 700 mil pesos que hoy no podrá recuperar.
“Nos estamos preocupando más que nada por pagarle a los trabajadores. Yo tengo 8 y de esos 8 hay como 5 que tienen 3, 4 niños. También me ayudan 3 muchachos que son solteros y a ellos nada más les estoy pagando 2 o 3 días por semana. Estamos trabajando nada más para su sueldo”, comentó Martín.
Martín y su familia están sobreviviendo con lo poco que venden, cuenta que incluso ha tenido que modificar su alimentación.
“Afortunadamente por decir aquí en el campo, todavía hay una hierbita que se llama quelite, tenemos nopales y así le vamos cambiando a la comida porque pues ya no hay para más”
A unos cuantos metros de los viveros de Martín, don Juan y su esposa alistan sobre una pequeña mesa de madera claveles que han estado vendiendo a un precio más bajo de lo normal. Cada manojo, tiene 130 flores cuyo precio es de 70 pesos, ante la necesidad de tener algo de dinero han tenido que rematar su producto en 20 pesos. Lo máximo que ha llegado a vender son 150 pesos en una semana.
“Si no abren los mercados esto va a estar peor, estamos pensando qué vamos a hacer, vienen tiempos en que hay que volver a plantar, hay que poner plantas nuevas y si no hay dinero, ¿Con qué?”, comentó don Juan
Aquí no sólo se emplea a los habitantes de la comunidad, también acuden a trabajar pobladores de regiones como Tenancingo, Ixtapan de la Sal, y Valle de Bravo, por mencionar algunos.
Ante esta situación, el gobierno municipal no ha cerrado los puntos de venta de Villa Guerrero, sin embargo, si en las próximas semanas la condición económica en el municipio no mejora, más de 60 mil productores corren el riesgo de irse a la quiebra.
om/hm