El pleno del Congreso de la Ciudad de México tipificó como delito la violencia vicaria, es decir, aquella en la que un padre de familia utiliza a sus hijos para dañar a su pareja o expareja.
Con 43 votos a favor y cero en contra, se avalaron modificaciones al Código Civil y al Código Penal capitalinos para imponer de dos a seis años de prisión y la perdida de la patria potestad de sus hijos a los hombres que caigan en esta conducta.
“A quien mantenga o haya mantenido una relación de matrimonio, concubinato o de hecho con una mujer, y que por sí o por interpósita persona ejerza violencia física, psicológica, sexual, económica o patrimonial contra ella, utilizando como medio a sus descendientes, ascendientes, personas con discapacidad o enfermedad que se encuentren bajo su cuidado, mediante amenazas, intimidación, puesta en peligro o cualquier acto de violencia, se le impondrán de dos a seis años de prisión, así como pérdida de los derechos que tenga respecto de las víctimas, incluidos los de carácter sucesorio y patria potestad de hijas e hijos”, señala el dictamen avalado.
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Al razonar su voto, la diputada Ana Francis López Bayghen comentó que establecer este concepto en la legislación permite a las mujeres alzar la voz al ser víctimas de este delito. Refirió que, además, es un paso más en la lucha por los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes de la capital.
El dictamen señala que el término de violencia vicaria se ha venido acuñando en las últimas décadas para describir, estudiar y combatir una de las formas de violencia que es ejercida en contra de las mujeres, de forma indirecta, pues los agresores no la infringen directamente sobre su persona, sino que utilizan como medio a otras personas, generalmente a los hijos de la mujer o personas con las que tenga un fuerte lazo afectivo, y a través de infringirles a estos actos de todo tipo de violencia, consiguen causarle daño a las mujeres.
“Este tipo de violencia surge por la ideación de superioridad de los hombres y se convierte en la forma de control patriarcal a cualquier costo que impacta directamente a los hijos. Esta es otra forma de violencia contra las mujeres, pero las víctimas directas son las niñas, niños y adolescentes y en ocasiones a otros miembros cercanos de la mujer configurando así, no solo una violación a los derechos humanos de los afectados, sino delitos graves contra la integridad de toda la familia”, precisa el dictamen avalado.
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