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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
A grito de: “¡Es un honor estar con Obrador!, y con la consigna de nunca más ser un Congreso aislado de la gente, pero también donde Morena hizo valer su fuerza para tener mayoría calificada se instaló el primer Congreso de la Ciudad de México.
“Hoy inicia una nueva etapa para la capital del país, una conformación, resultado del voto popular que decidió cambiar las instituciones, no hay lugar a dudas, el juicio ciudadano los condenó. Hoy se termina con la vergüenza de ser el parlamento más caro”, expresó Ernestina Godoy, coordinadora parlamentaria de Morena, en su primera aparición desde la máxima tribuna capitalina.
Se trató de una sesión solemne, donde una Mesa de Decanato fue la responsable de tomar protesta constitucional a los 66 nuevos congresistas, que estuvo presidida por Ramón Jiménez López e integrada por los diputados Jorge Gaviño Ambriz, Margarita Saldaña, Federico Döring y Tonatiuh González Case.
Los nuevos legisladores pasaron lista, levantaron la mano e incluso hubo otros que hasta de su curul se levantaron.
La Mesa Directiva, que habrá de encabezar el trabajo parlamentario hasta por un año, quedó conformada por el presidente José de Jesús Martín del Campo Castañeda y como vicepresidenta Margarita Saldaña, del PAN.
En el Salón de Plenos, justo después del grito de los 66: “Sí, protesto”, retumbaron los nombres de Cuauhtémoc Cárdenas y de Andrés Manuel López Obrador.
“En esta nueva era que inicia la Ciudad de México confiamos en que las mentes más brillantes de todo el planeta, los dirigentes políticos y sociales más destacados contribuyan a lo que bien podríamos llamar la nueva era de la independencia y la paz mundial”, expresó el ahora petista Martín del Campo.
Para los congresistas fue un día histórico y así lo dejaron ver a través de sus coordinadores parlamentarios, quienes subieron a tribuna para hablar sobre el papel que habrá de desempeñar el primer Congreso, así como la importancia de la entrada en vigor de la Constitución de la Ciudad a partir de ayer.
Después de un año y medio, la Asamblea Constituyente volvió a tener presencia y voz con el diputado Alejandro Encinas. Fue el responsable de entregar la primera Constitución, la original, al presidente de la Mesa Directiva en el Congreso, José de Jesús Martín del Campo.
“Desde ahora cuentan con una Carta Magna local de avanzada”, garantizó a los capitalinos, en un Congreso que será la casa del pueblo para el consenso y los acuerdos en beneficio de todos.
Encinas dijo que tuvieron que pasar dos siglos para que se reconociera a este pueblo. Años de discusión, en los que se tuvieron que enfrentar adversidades.
“Debemos entender [a la Constitución] como el resultado de un largo proceso de lucha, aquí nadie tiene las escrituras de esta Constitución, es la lucha de sus actores involucrados, la sociedad, todos que le han dado cuerpo a este pacto social que nos ha de regir”, manifestó.
El próximo subsecretario de Gobernación destacó que la presencia mayoritaria de esa izquierda, la de Morena, está ahí, porque los ciudadanos de la capital han demostrado que no existe trampa ni obstáculo que los pueda vencer.
“Lo vimos en la movilización popular contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, tramado y ejecutado por quienes traicionaron a la democracia. Estamos aquí por la vocación de izquierda de esta Ciudad, por su constitución de avanzada y porque tenemos una historia colectiva que no pertenece a nadie [sino que] nos pertenece a todos”, refirió.
Tanto Godoy Ramos como Martín del Campo se encargaron de repetir una y otra vez que el voto ciudadano decidió poner en su sitio a quienes por años abandonaron a la gente para privilegiar los negocios propios y de sus favorecidos.
Por ello, la líder de la bancada mayoritaria en el recinto de Donceles llamó a privilegiar los consensos y hacer valer la pluralidad que persiste en la capital.
“La utilización de la mayoría será el último recurso, cuando quieran detener las acciones que van en beneficio de la gente entonces sí, si ustedes se oponen, utilizaremos la mayoría”, advirtió.
De inmediato vino la respuesta, el coordinador de la fracción parlamentaria del PRD, Jorge Gaviño criticó la sobrerrepresentación automática que otorga la mayoría absoluta y que evita el diálogo plural, lleva al enfrentamiento y amenaza la vida multipartidista que termina por imponer un criterio que casi siempre raya en el autoritarismo.
El PRI también levantó la voz y el diputado Guillermo Lerdo de Tejada se pronunció por un gobierno para todos, sin clientelismo político y reconociendo los problemas de inseguridad, impunidad, transporte público ineficiente y peligroso, así como de la precariedad en la que aún viven millones de familias.
La congresista del Partido Verde Teresa Ramos dejó en claro desde tribuna que las leyes se harán para que los capitalinos puedan vivir con dignidad. “Este debe ser nuestro único objetivo sin importar que las propuestas vengan de un lado o del otro”; pidió ir en unidad.
La legisladora del PT Circe Camacho Bastida juzgó prioritario elaborar leyes que empoderen al ciudadano, pues quedó de manifiesto que el Presupuesto Participativo no funciona porque los gobiernos delegacionales los han limitado.
