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Las diferencias entre la administración y grupos de inconformes en la Central de Abasto (Ceda) de la Ciudad de México escalaron al grado de que cercaron con violencia Palacio Nacional, impidiendo el acceso a las personas que acuden a las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que el Ejecutivo federal criticó su actuación, y dijo que los atenderían.
“Tienen tache. No se debe hacer así. Lo que está mal es que vengan con esas prácticas agresivas. No a la violencia. Se ve mal eso. Además, ¿qué ganan con eso?”, reprochó, y los calificó de groseros.
La secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, destacó que la manifestación no fue por un problema administrativo, sino en rechazo a la regulación que hay en la Ceda, pues se ha trabajado para disminuir la incidencia de delitos como la prostitución y la extorsión.
“Todo lo relativo a las acciones y denuncias, demandas, situaciones, digamos de inseguridad, están siendo investigadas actualmente por la Procuraduría [General de Justicia capitalina]”, aseguró.
Desde muy temprano, comerciantes de la Ceda se manifestaron en todas las entradas de Palacio Nacional, impidiendo el paso de trabajadores y hasta al secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú.
Entre empujones, golpes, agresiones verbales con elementos de la Policía Militar y de la guardia de la Secretaría de Hacienda, los inconformes demandaron una reunión con funcionarios del gobierno federal, para atender actos de corrupción en la Central de Abasto, así como la asignación de espacios dignos en el mercado de La Merced.
Sin embargo, Rodríguez Velázquez destacó que los comerciantes piden la renuncia de una servidora pública, encargada de encabezar los operativos jurídicos y todas las acciones relacionadas con poner orden en la central.
“[Para ellos] ese es el motivo suficiente para quejarse contra ella, pero queremos decirles que de lo que se trata es de poner orden como en cualquier lugar, para que haya vialidad y seguridad. No vemos un motivo real, no es una cuestión de fondo para pedir la destitución de una compañera”, argumentó.
Aceptó que hay un retraso en la entrega de las obras en la Ceda y están trabajando para resolver el asunto. Además, aseguró que atenderán la demanda en la que piden que no haya aumento en las cuotas al comercio en la vía pública.
“Estaremos pendientes de en qué terminan las investigaciones que tiene la procuraduría [local] al respecto, pero también vamos a estar atentos de todos los retrasos que haya habido por parte de [la Secretaría de] Obras [y servicios]”, porque sí hay un retraso en el ingreso por la cuestión de la reparación de varias avenidas y no hay que desdeñarlas, hay que atenderlas también (...) Todo lo que sea atendible se va a resolver”, se comprometió la funcionaria.
Los manifestantes se reunieron con la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Diana Álvarez Maury, para recibir otras demandas que tienen que ver con El Barzón y situaciones que no son necesariamente de la Ciudad.
Investigan otros delitos. La secretaria de Gobierno local aseguró que la procuraduría local investiga algunos delitos sexuales, entre ellos la rapidita y la prostitución en las instalaciones de la Central de Abasto de la Ciudad de México.
“Es una investigación que está llevando a cabo la Procuraduría General de Justicia en la Ciudad de México y que ya ha tenido resultados. [De hecho] esa es una de las razones de la movilización de hoy”, comentó la secretaria de Gobierno.
En un recorrido realizado por la central, los comerciantes comentaron que la rapidita consistía en la venta de boletos a todos los comerciantes, por parte de un grupo de edecanes extranjeras, pero nunca se entregaba un premio, por lo que se investiga una posible extorsión.
Por otra parte, los vendedores comentaron que aunque ha disminuido el número de personas que ejercen la prostitución dentro de esta zona, todavía se registra actividad de esa índole en algunos puntos, incluso se indaga si los premios de la llamada la rapidita tuvieran que ver con trabajos sexuales.