Alrededor de 100 llamadas diarias realizan los capitalinos a la Unidad de Contacto con el Secretario (UCS), de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (), con el fin de recibir o jurídico por problemas familiares, ya sea por haber padecido algún tipo de violencia o situación de otra índole.

La UCS es un área de la policía capitalina en la que los ciudadanos pueden ingresar denuncias, quejas y sugerencias que llegan hasta el titular de la SSC, Omar García Harfuch. Se busca ofrecer a las personas atención no sólo sicológica, sino jurídica y de trabajo social.

También hay una ventanilla única para la recepción de todo tipo de solicitudes.

“Tenemos una gran necesidad de ser escuchados.

“En muchísimas ocasiones no hay ninguna emergencia, pero ellos [los usuarios] tienen esa necesidad de sentir que alguien no los va a enjuiciar, que no los va a señalar, a criticar, [que] los pueda escuchar. Además, logran la confianza de abrirse y contar la problemática que están manejando”, dijo.

La atención que se da por parte de la policía con la UCS tiene que ser pronta, expuso Muñoz, y ésta se puede dar a través de la app o llamadas al conmutador. Posteriormente, el personal da contención en caso de que el usuario esté en crisis.

Para poder ofrecer los servicios que requieren los capitalinos, seguido se les solicita una serie de datos.

Además, en caso de que el usuario lo permita, la policía capitalina da seguimiento a los casos o bien los canaliza a otras dependencias, si así se requiere.

“Principalmente son problemas familiares, (...) problemas de violencia familiar.

Ejemplificó con un caso en el que una persona se puso en contacto con la UCS desde Oaxaca; buscaba atención médica, que no se podía conseguir en su entidad, para un menor de edad.

La unidad de contacto logró que se realizara el trasladado del menor a la capital del país vía cóndor, para continuar con su tratamiento médico.

Muñoz comentó que durante el confinamiento muchas personas entraron en contacto con la unidad debido a que sus hijos se sentían “coartados de su libertad”; añadió que incluso los padres de familia llegaban a comentar que el aislamiento les estaba impidiendo su derecho a la libertad.

Aunque no precisó cifras anteriores, mencionó que, derivado de la pandemia, el tope máximo de llamadas que reciben radica en el orden de 100.

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