Naucalpan, Méx.— Cabello a cabello y mechón por mechón, profesoras del del DIF Naucalpan seleccionan, lavan y alinean cortinas de pelo para la creación de turbantes y gorras, para mujeres y niños que han perdido sus cabelleras.

En la colonia Mártires de Río Blanco, a un costado de una curva de Río Hondo, opera el Taller de Productos Oncológicos, único en el Estado de México y uno de los pocos del país, señaló Yazmín Juandiego Monzón, subdirectora de Asistencia Social del DIF Naucalpan, donde manos altruistas crean turbantes con cabello natural que son donados a pacientes que se recuperan de cáncer.

En Naucalpan, manos altruistas crean turbantes con cabello natural. Foto: Gabriel Pano / El Universal
En Naucalpan, manos altruistas crean turbantes con cabello natural. Foto: Gabriel Pano / El Universal

Con la formación de un banco de cabello, que incluye cientos de trenzas de diversos tonos y texturas, donadas en su mayoría por mujeres y niñas, maestras del taller de costura del DIF, entre ellas Virginia González Lina, Esther Cayetano, Araceli Esquivel Ramírez, Petra Visoso Román, Cecilia Garduño Aguilar y Laura Ramírez Piña idearon de manera empírica la creación de estos turbantes oncológicos.

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Después fueron capacitadas en la creación de extensiones de cabello, para mejorar sus turbantes.

Con la formación de un banco de cabello, que incluye cientos de trenzas de diversos tonos y texturas, maestras del taller de costura del DIF idearon la creación de los turbantes. Foto: Gabriel Pano / El Universal
Con la formación de un banco de cabello, que incluye cientos de trenzas de diversos tonos y texturas, maestras del taller de costura del DIF idearon la creación de los turbantes. Foto: Gabriel Pano / El Universal

El Taller de Productos Oncológicos de Naucalpan fue inaugurado el 19 de octubre de 2022, y desde entonces manos diestras crean turbantes y gorras con cabello natural.

“Nos trajeron bolsas con cabello donado” que por un momento no sabíamos si serviría, reconocieron las profesoras que inicialmente impartían clases de corte y confección.

La elaboración

El proceso inicia con la selección del pelo adecuado pues en algunos casos llegan donaciones de cabello maltratado, con orzuela o contaminado, señalaron.

“Separamos el cabello que tiene orzuela y que está maltratado, para poderlo utilizar, hay pelo que nos llega muy feo, pues, incluso, algunas trenzas han llegado contaminadas con algún tipo de fauna”, reconocieron Araceli Esquivel y Virginia González, profesoras del Taller de Productos Oncológicos.

Por ello, las maestras lo vuelven a lavar con shampoo, lo secan en tendederos con la luz del sol, lo cardan y después seleccionan pequeños puños de 10 a 12 cabellos, que van tejiendo en bastidores, para crear cortinas.

Al tejer cada mechón de 12 cabellos en un bastidor van haciendo una letra M para ir creando una cortina de pelo, es un trabajo paciente y minucioso, explicó Virginia.

Este curso es muy solicitado, pues las y los alumnos en este proceso aprenden a realizar extensiones de cabello natural, que son muy demandadas para dar volumen en peinados formales y de fiesta, por lo que están obligados a retribuir sus conocimientos con la creación de turbantes y gorros oncológicos, apuntó Cynthia Elizondo, directora general del DIF Naucalpan.

Las maestras seleccionan pequeños puños de 10 a 12 cabellos, que tejen en bastidores para crear cortinas. Foto: Gabriel Pano / El Universal
Las maestras seleccionan pequeños puños de 10 a 12 cabellos, que tejen en bastidores para crear cortinas. Foto: Gabriel Pano / El Universal

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En este taller han creado diversos diseños de turbantes con doble vista, con telas suaves, lisas o estampadas, en diversos largos y colores, incluso gorras para niños y niñas que han perdido su cabello por los tratamientos de quimioterapia.

Además, para no irritar el cuero cabelludo de las y los pacientes, que es en extremo sensible, las profesoras realizan terminados con telas suaves y sin costuras o bordes que lastimen la piel de los pacientes, indicó Yazmín Juandiego.

Los turbantes son lavables y resistentes, pues luego de tejer cada cortina se ensamblan y se cosen hasta 36 veces en las máquinas de costura, para que aguanten un uso rudo de todos los días e, incluso, algún jalón de cabellos, apuntó Virginia.

“El proceso de hacer las extensiones de cabello nos lleva más o menos dos días, porque tenemos que hacer costuras de 18 vueltas primero y después otras 18 para que no se salga el cabello”, mostró Laura en su máquina de coser.

Cada turbante pasa después al área de estética para cortarlos de forma estilizada y peinarlos, en un proceso de creación que se prolonga por varios días, un trabajo artesanal y minucioso en el que intervienen maestras y alumnas de talleres de corte y confección, tejido y cultura de belleza, indicó la subdirectora del DIF.

Los turbantes son lavables y resistentes, pues luego de tejer cada cortina se ensamblan y se cosen hasta 36 veces en las máquinas de costura, para que aguanten un uso rudo. Foto: Gabriel Pano / El Universal
Los turbantes son lavables y resistentes, pues luego de tejer cada cortina se ensamblan y se cosen hasta 36 veces en las máquinas de costura, para que aguanten un uso rudo. Foto: Gabriel Pano / El Universal

Hacer un turbante oncológico “para mí es muy satisfactorio, porque veo que mi trabajo sirve para que una persona con cáncer recobre su identidad”, puntualizó Petra Visoso.

En un año, el DIF de Naucalpan ha entregado de forma gratuita cerca de 70 turbantes y gorros para mujeres y niños que han perdido sus cabelleras por los tratamientos contra el cáncer, informó Yazmín Juandiego.

Además, el DIF Naucalpan firmó un convenio con la asociación civil Ayúdame a Sonreír Ante el Cáncer (ASAC) para hacer llegar gorros tejidos y turbantes con inserciones de cabello natural en diseños y tamaño especial para adolescentes, niños y niñas que son atendidos en el Centro Médico La Raza.

Los turbantes oncológicos “se han entregado por quienes se han enterado de voz en voz, pero necesitamos que más gente se entere, para poder cerrar este círculo de suma de buenas voluntades”, apuntó la subdirectora de Asistencia Social del DIF Naucalpan.

Este municipio mexiquense cuenta con siete Centros de Desarrollo Comunitario del DIF con talleres donde se capacita a mujeres, jóvenes y población en general en distintos oficios y están ubicados en El Chamizal, la Raquelito, en la colonia Estado de México, en la Olímpica y en Minas Coyote, pero, sin lugar a dudas, ha destacado el de Mártires de Río Blanco por su contribución en la realización de turbantes y gorras oncológicas, señaló Vianey Torres Martínez , responsable de estos centros.

Más de 2 mil mujeres con sospecha de cáncer en Edomex

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año en América más de 462 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y casi 100 mil mueren a causa de esta enfermedad.

En América Latina y el Caribe el mayor porcentaje de fallecimientos ocurre en mujeres menores de 65 años, 56% en comparación con Estados Unidos y Canadá con 37%. En México, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres de 25 años y más, señaló la Secretaría de Salud mexiquense.

En el Estado de México, de acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, en los últimos seis años se realizaron 109 mil 319 mastografías, lo que permitió referir a 2 mil 650 mujeres con sospecha de cáncer a estudios complementarios.

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