La advertencia vial de que el , que circula por calzada de Tlalpan, tiene preferencia de paso, provoca que algunos automovilistas no respeten el color rojo del semáforo y se lo pasen, en su intento de ganarle el paso a este medio de transporte eléctrico.

Incluso, el policía de tránsito debe sortear camiones o motocicletas que aceleran para ganar tiempo y pasar antes que el convoy.

Es lo que se observó ayer en dos cruces del Tren Ligero ubicados a la altura de la estación Huipulco y entre la estación El Vergel-Estadio Azteca. En esta última zona, el viernes por la tarde se registró un accidente en el que un taxista se impactó con el tren, ocasionando la muerte de una pasajera.

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EL UNIVERSAL recorrió estos dos puntos de interconexión del Tren Ligero con la calzada de Tlalpan, y se percató que es usual que algunos vehículos no respeten el semáforo rojo que se activa ante el sonido de advertencia del paso del Tren Ligero; además, unidades se colocan muy cerca de las plumas que en automático se activan para evitar el cruce.

Otros aceleran para cruzar en semáforo amarillo o hay algunos que se quedan parados a la mitad de vía y tienen, incluso, que cruzar sus unidades para desviar el paso del convoy.

Julián Olguín, comerciante ambulante, aseguró que “aquí el problema que tiene el policía es que siempre quieren ganarle el paso al tren; a veces se llevan una pluma, no respetan el paso de cebra, ha habido choques porque se pasan el señalamiento.

“Los que no conocen piensan que las plumas las controlan los policías y pues le reclaman al de tránsito. Ahí dice: ‘El tren tiene preferencia de paso’, por lo tanto, cualquier accidente que tengan, pues es culpa del automovilista, pero algunos ni así lo respetan”, acotó el vendedor.

El mismo panorama se observó en el cruce entre las estaciones El Vergel y Estadio Azteca, donde un ciclista que, al distraerse por un vehículo que quedó a mitad de la vía, tuvo que retroceder para acomodarse, no se percató de que la pluma se activó y fue golpeado en el hombro.

El tren pasó cerca tanto del automóvil que tuvo que acomodarse, como del ciudadano.

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No respetar la preferencia de paso del tren representa sanciones económicas para los automovilistas. De acuerdo con el artículo 10 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México: “El ferrocarril, el Tren Ligero y vehículos de transporte público que circulen en carriles exclusivos confinados o en contraflujo tienen preferencia de paso.

“Los conductores de vehículos motorizados que infrinjan la presente disposición serán sancionados con una multa equivalente a 10, 15 o 20 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente, que va de los 960 pesos hasta los mil 920 pesos; y tres puntos a la licencia para conducir o en caso de infracciones captadas a través de sistemas tecnológicos se sancionará con un punto a la matrícula vehicular”, dice la normatividad.

Además, indica que “en las intersecciones reguladas por un agente, personal de apoyo vial o promotores voluntarios, los conductores deben seguir las indicaciones de éstos, independientemente de las reglas de preferencia o de lo indicado por los dispositivos para el control del tránsito”.

También expone que en las intersecciones reguladas mediante semáforos se respetará la siguiente regla: cuando la luz del semáforo esté en rojo, los conductores deben detener su vehículo en la línea de “alto”, sin invadir el cruce peatonal.

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