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Han pasado 27 días desde que una fuerte lluvia se convirtió en una tragedia. A Laura Sarmiento, su esposo Luis Carlos Alcántara y su hijo, la inundación los sorprendió, el agua comenzó a subir en su casa ubicada en la colonia Culturas de México, en Chalco, hasta que ya no pudieron recuperar nada.
“Mi casa quedó inservible, fue perdida total, sólo faltaron casi 20 centímetros para que se cubriera completamente”, recuerda con melancolía Laura mientras se encuentra sentada en una cama, en el dormitorio 3, del albergue temporal instalado en el Centro de Desarrollo Comunitario Culturas de México.
En su teléfono celular guarda las fotografías que muestran cómo encontró su televisión, camas, refrigerador, estufa y otros muebles de primera necesidad, entre las aguas negras. Por eso, tuvo que acudir al refugio más cercano.
Al que será su hogar temporal le llaman “La Casa de los Inundados”, y hasta que las autoridades den solución a la problemática del drenaje en su colonia, compartirá cuatro paredes con otras tres familias, algunos son sus vecinos, y a otros la tragedia los ha unido.
“Nos han dicho que el drenaje colapso, y que donde desemboca el agua tiene un tapón de basura y lodo que no permite que el desagüe”, narra Laura.
Como buen mexicano, las ganas de salir adelante son el motor para volver comenzar desde cero, las veces que sean necesarias. Con mucho ingenio, retazos de cartón, papel de regalo de colores, tijeras y una pistola de silicón, han creado una fuente de autoempleo para reactivarse económicamente. Elaborando piñatas con material reciclado, que les fue donado.
Laura aprovecha la plataforma de Facebook para ofrecer sus piñatas, que van desde los 15 a los 30 pesos. Y su esposo oferta dibujos con aerosol, su oficio desde hace varios años. A pesar de que perdió material en la inundación, pudo rescatar su mochila de trabajo. Ahora sólo le queda convertir cualquier espacio y mostrar su arte, aunque las lluvias tampoco lo han dejado trabajar.
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Luis Carlos cuenta que no pierden la alegría y la esperanza, porque mientras estén sanos y con vida, seguirán trabajando con el propósito de ahorrar dinero y regresar a la calidez y armonía de su hogar.
Mientras tanto, agradecen la empatía de los mexicanos, y piden que los apoyen con materiales para seguir realizando sus piñatas, comida y otros artículos de primera necesidad, así como ropa y calzado para las personas que tienen que volver a la zona de la inundación para realizar labores de limpieza.
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