Con la suspensión de 78 unidades por no contar con póliza de seguro ni licencia vigente, o porque los choferes no usaban uniforme, entró en vigor el incremento de un peso a la tarifa del transporte público concesionado.
A las 6:30 horas del miércoles, personal de la Secretaría de Movilidad (Semovi), el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y policías de tránsito iniciaron las revisiones a las unidades en diversos Centros de Transferencia Modal (Cetram) y zonas de ascenso y descenso de pasaje.
El objetivo fue supervisar que los conductores cumplieran con cuatro compromisos: tener licencia para conducir tipo “C” vigente, seguro de la unidad, que no lleven acompañantes y que utilicen el uniforme (pantalón oscuro y camisa blanca).
Durante un recorrido de EL UNIVERSAL por los Cetram Cuatro Caminos, Indios Verdes y Tasqueña, usuarios coincidieron que si el Gobierno capitalino elevó la tarifa, el servicio debe mejorar, tanto en la calidad de las unidades como en la atención por parte de los operadores.
Ángel Montoya, quien aborda la unidad en el Cetram Tasqueña, comentó que el impacto del aumento dependerá del bolsillo de cada persona.
“A mí no me afecta, pero a otras personas sí, porque el salario no ha subido y todo está aumentando. Entiendo que las refacciones estén caras, pero también todo en el súper está subiendo”, expuso.
David Ortega, pasajero de las unidades en el Cetram Tasqueña, pidió a las autoridades y a operadores mejorar las unidades, “porque están pésimos. Para eso es el incremento, para que traigan las unidades decentes”.
En tanto, Víctor Guzmán, quien utiliza el transporte afuera del Metro Indios Verdes, aseguró que “está mal que suban el precio, como está la economía, pesa y mucho. Hay gente que no tiene para pagar y está difícil”.
La Semovi informó que se realizaron mil 56 revisiones, en las cuales 92.61% de los transportistas cumplieron con los lineamientos establecidos.
De las 78 unidades suspendidas, dos fueron remitidas al corralón por no cumplir con todos los requisitos señalados.
Leonardo, uno de los operadores sancionados, explicó que por falta de licencia vigente tendrá que parar el microbús de la Ruta 94 con el que trabaja y que corre por calzada Miramontes. La unidad no es de su propiedad y al día recibe 400 pesos de ganancia. “Van a quitar placas y tarjeta de circulación, no podré trabajar y es mucho daño. Habrá un gran problema por mi tarjetón, me va a reclamar el dueño de la unidad”.
Javier también fue suspendido por falta de licencia. “Tengo que hacer el trámite en 10 días, me pusieron sellos. El dueño de la unidad me va a colgar porque no debí trabajar así, pero tengo necesidad”, expuso.
El subsecretario de Transporte de la Semovi, Luis Ruiz Hernández, precisó que la suspensión del servicio es por 10 días, para que los conductores puedan solventar las irregularidades.
Indicó que la próxima semana se añadirán otros parámetros a la supervisión, como que las luces internas de la unidad funcionen, que los pasamanos estén fijos, las puertas funcionen y no se cuenten con vidrios polarizados.
El secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous, mencionó que no han sido “operativos sorpresa”, ya que han hecho público que tras el incremento de un peso habría que mejorar el servicio.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Martí Batres, adelantó que las revisiones van a continuar hasta el 31 de julio, y posteriormente comenzarán con la fase dos, que es una inspección ruta por ruta.
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